El mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, ha ofrecido este jueves en el juicio del "procés" los datos de la actuación de la Policía autonómica el 1-O: 134 colegios cerrados -un centenar por parte de los antidisturbios-, 250 centros que no se llegaron a abrir, y 432 urnas y 90.000 papeletas intervenidas.

El exjefe de los Mossos d'Esquadra, acusado de rebelión en la Audiencia Nacional, ha declarado este jueves como testigo en el Tribunal Supremo, donde ha dado cuenta de la actuación del Cuerpo durante el referéndum, que ha calificado de "ilegal".

Según el mayor, en total fueron 134 los colegios que se clausuraron la jornada del 1-O. De esa cifra, 104 centros los cerró la unidad ARRO -los conocidos como antidisturbios-, que en algunos casos consiguieron "convencer a la gente y sacarla" y en otros "colocarse delante de la puerta y que ya no pudiese votar nadie más".

Esos son los datos definitivos que se enviaron al Tribunal Superior de Justicia el día 27 de octubre; días antes, el 10, los Mossos habían remitido otros datos, con carácter provisional, que elevaban a 149 los colegios clausurados el 1-O.

"Prueba de que están hechos desde la honestidad es que son inferiores a los que habíamos comunicado el día 10", ha señalado Trapero. Además de esos 134, hubo 250 centros que no se llegaron a abrir, a juicio de Trapero, por "el trabajo previo" de los Mossos en los colegios el fin de semana.

El 1-O y según ha relatado el entonces jefe de la Policía autonómica, los Mossos intervinieron 432 urnas, 90.000 papeletas, 70.000 sobres, 4 ordenadores, un móvil y documentación de interés porque explicaba "bastantes cosas de cómo funcionaba el proceso".

A preguntas de Vox, acusación popular, Trapero ha precisado que las 11.000 actas originales elaboradas por los Mossos que dan cuenta de esta actuación están depositadas en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña