La puesta en marcha de los semáforos en la A-5 a finales de pasado mes de febrero por parte del Ayuntamiento de Madrid es uno de los temas que más está agitando esta recta final de la legislatura. El empeño del Gobierno municipal (Ahora Madrid) en transformar la autovía A-5 a su entrada en la capital en una calle de Madrid para atender una reivindicación histórica de los vecinos de la zona y acabar así con las molestias (ruido, contaminación...) que llevan décadas soportando le han granjeado las críticas de varios municipios limítrofes.

Ayuntamientos como los de Alcorcón (Partido Popular), Móstoles (PSOE), Arroyomolinos (Ciudadanos) o Navalcarnero (PSOE), de diferente signo político, se han unidos por esta causa común. Acusan al Consistorio de la capital de falta de diálogo, de bloquear el acceso de sus vecinos a la capital y de generar más atascos.

Los municipios de Alcorcón y Móstoles aseguraron sentirse "despreciados" por esta decisión "unilateral" adoptada por parte del Ayuntamiento de Madrid, que admite en el dossier del proyecto que cuando la medida esté implementada por completo (con semáforos en ambos sentidos) habrá 2.500 vehículos más parados (ahora circulan unos 125.000 al día), por lo que los atascos aumentarán un 350%.

Los partidos ya toman posiciones de cara a la cita electoral del próximo 26 de mayo y están lanzando propuestas respecto a este asunto. Mientras que Ahora Madrid seguirá con su proyecto de urbanización de la zona bajo la marca de Más Madrid, PP, Cs y PSOE contemplan la opción del soterramiento de una parte de la vía, aunque los socialistas ponen como condición que haya un acuerdo previo entre administraciones.

El partido que tomará el relevo de Ahora Madrid apuesta por dar continuidad al proyecto. De esta forma, la segunda fase del plan completaría la transformación de la zona con actuaciones que incluirían pasos a nivel para peatones y ampliación de aceras. La velocidad sí se reduciría ya a 50 km/h en el tramo de 11 kilómetros entre Cuatro Vientos y Batán. El Gobierno municipal explicó en una reciente entrevista en 20minutos los motivos por los que optó por este modelo como solución a los problemas de ruido y contaminación que sufren los vecinos y no por el soterramiento. "Es inviable porque cada kilómetro son 100 millones de euros. ¿Cuánto soterramos, cuatro kilómetros? ¿Diez? ¿Veinte? Esa no es ninguna solución. Luego tiene otro problema. Y es que casi el 50% de los desplazamientos por la A-5 son de vehículos que se mueven dentro del propio distrito de Latina. Por lo tanto, si soterras o llenas el túnel de entradas y deja de ser eficiente o esos desplazamientos se van a hacer en superficie, con lo que vas a ver duplicado el tráfico", opinó José Manuel Calvo, delegado de Desarrollo Urbano Sostenible.

El portavoz del Grupo Municipal del PP y candidato de este partido a la Alcaldía de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, presentó este martes su proyecto para soterrar la A-5 si llega a ser alcalde. La propuesta prevé en el Paseo de Extremadura 80.000 metros cuadrados de zonas verdes y tres carriles por sentido con un coste aproximado de 180 millones de euros. El plan de Almeida pretende llevar a los coches bajo tierra durante los 3,8 kilómetros que van desde la avenida de Portugal hasta el cruce con la avenida de los Poblados. El soterramiento se haría con la construcción de una especie de falso túnel, por lo que no haría falta meter una tuneladora. Esta solución es mucho más económica que hacer un túnel y los resultados son similares.

Desde la formación que encabeza Pepu Hernández creen que "la solución a un problema de Madrid no debería ser otro problema para los municipios". "La A-5 requiere un gran acuerdo entre las administraciones porque ahí también está la denominada operación Campamento", señalan las mismas fuentes. Los socialistas no descartan la instalación de semáforos, pero nunca como "primera medida ni sin el complemento de otras acciones". Tampoco niegan como solución el soterramiento: "La posibilidad de soterrar la A-5 necesita ser estudiada siempre desde el marco de un gran acuerdo entre las tres administraciones".

La formación que lidera Begoña Villacís se comprometió a soterrar 2,6 kilómetros de la A-5, desde Alto de Extremadura a la M-40, en caso de gobernar el Ayuntamiento de la capital como parte de un amplio plan de regeneración. El plan de Ciudadanos se haría en tres fases con una inversión de 500 millones de euros y se ejecutaría en siete años. La primera fase sería desde Alto de Extremadura hasta el enlace con la carretera de Boadilla, la segunda desde este enclave hasta avenida de los Poblados y una tercera prolongaría el soterramiento hasta la M-40.