
Algo muy común al comer manzana es que no se pueden dejar mucho tiempo a un lado porque se vuelven negras. Esto sucede por los fenoles que protegen la fruta contra hongos y bacterias.
Cuando la manzana queda expuesta al aire, el polifenol oxidado desencadena una reacción química que con el oxígeno forma el pigmento marrón y esa capa, que es por la cual parece que la manzana se 'oxida', actúa como protectora. De esta manera se retrasa cualquier infección de hongo que pueda haber.
Para evitar esta reacción solo se necesita un poco de limón, se rocía y se mantiene fresca durante más tiempo. También se recomienda no pelar ni cortar la fruta hasta el momento en el que se va a consumir. Y si está fría se retrasará el proceso que la torna en ese color café.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios