A través de un comunicado, la Federación gallega de empresarios de ambulancias (Fegam) ha asegurado que las "últimas 24 horas han sido una pesadilla para los empresarios" que "han tenido que gestionar, reorganizar y reemplazar de madrugada hasta una treintena de vehículos sanitarios para evitar que la ciudadanía pague las consecuencias de los ataques sufridos".

En concreto, la Federación relata "sabotajes" en las ambulancias, principalmente, de Vigo y Baixo Miño y afirma que la "base viguesa de Ambuibérica fue allanada por desconocidos", a los que responsabiliza de "inutilizar las cámaras de seguridad con pintura", "destrozar equipamiento", cortar cinturones y pinchar "las ruedas de las cuatro ambulancias que había en el interior, una de ellas medicalizada".

Ante la "gravedad de los hechos", la patronal del sector ha advertido que la "ciudadanía ya se está empezando a ver afectada por estos actos vandálicos" y ha exigido a la Administración que "ponga en marcha los mecanismos necesarios para garantizar el servicio".

La Fegam critica que los sabotajes de las últimas 24 horas se produzcan después de que los sindicatos no aceptasen la propuesta de la empresa, que defiende que planteaba un incremento salarial en cuatro años "superior al 18,5%", y "decidieran romper de forma unilateral la mesa de negociación, amenazando con recrudecer las acciones de huelga".

La patronal sostiene que la subida del 25,8% propuesta por los trabajadores es "imposible de asumir por los empresarios, muchos de ellos con serias dificultades económicas".

Ante lo que definen como "un panorama de violencia", la Federación gallega de empresarios de ambulancias señala que "el diálogo con los trabajadores resulta muy complicado".

De esta forma, remarca que "hasta que cese la violencia contra las empresas y los propios ciudadanos, la patronal ve difícil sentarse de nuevo con los representantes sindicales".

"SABOTAJES" EN LAS ÚLTIMAS 24 HORAS

Los "ataques de las últimas 24 horas", según informa la Fegam, han sido contra ambulancias de Vigo, O Porriño, Mos, Baiona, A Guarda, Ponteareas, Cangas, Arbo, Tui, Redondela, Nigrán, Teixeiro, Melide, Ponteceso, Cerceda, Lalín, Boiro y A Coruña.

Todos los vehículos, precisa la patronal, sufrieron el pinchazo de las cuatro ruedas y a algunos también les cortaron los cinturones de seguridad. En el caso de O Porriño, inutilizaron el depósito de combustible, mientras que en Ponteareas "rociaron con un extintor el interior".

La asociación recuerda que Galicia cuenta con alrededor de 600 ambulancias repartidas por todo el territorio, con más de 1.600 trabajadores, prestando servicio en las mismas.

"Todos estos vehículos y todo su personal dependen de los empresarios que conforman la Federación gallega", apunta como conclusión el colectivo empresarial.