El espectáculo Lidbergh, el aviador, interpretado por la compañía Ferroviaria y dirigido por Paco Maciá, cuenta la hazaña del primer aviador que cruzó el océano Atlántico en solitario, entre Nueva York y París. Su nombre, Charles A. Lindbergh.

La obra recrea un viaje de 6.000 kilómetros lleno de peripecias y en lucha constante contra el cansancio, la soledad, la mecánica de su avión El Espíritu de San Luis y los elementos atmosféricos: la lluvia, el mar, la niebla, el viento, la nieve,

Y, sobre todo, un mal presagio: nadie creía que fuera capaz de hacerlo. Tras un vuelo de 33 horas y 32 minutos, el aviador logró, en la noche del 20 de mayo de 1927, aterrizar en el aeropuerto de Le Bourget, cerca de la capital de Francia, París.

«Es muy importante la energía con la que se abordan las cosas, saber hacia dónde va uno, afrontar los conflictos personales y saber ubicarse. La dirección de El aviador no trata del héroe todopoderoso a quien admirar y glorificar, sino de un ser con el que uno se puede identificar, el que mueve energías interiores, fomenta el espíritu de superación y tira del carro cuando nadie tiene fe en lo que uno se propone», afirma el director Paco Maciá.

La idea inicial de El aviador llegó como consecuencia del anterior trabajo de la compañía, El círculo de tiza caucasiano, de Bertolt Brecht, que les llevó a conocer la pieza Vuelo sobre el océano, donde el dramaturgo alemán recreaba la gesta de Lindbergh.

•Auditorio Beniaján:. Murcia. Domingo, 12.00 horas. Gratis.