Esta vallisoletana afincada en Alicante, que se autodefine como autodidacta, es capaz de convertir en puro arte lo que toca con sus manos.Trabaja en el Patronato de Cultura, da cursos en el Aula Didacta y ha encontrado en los huevos de avestruz su mejor lienzo.

Adoración Álvaro Medino tiene 67 años. En la Cadena 112 de la televisión argentina vio un curso de manualidades con cáscara de huevo de avestruz y se volvió «loca». Buscó en Internet y encontró en el Mercado Central (en el puesto 138 - 140) los ansiados huevos.

«Hay que dibujarlo muy bien a mano, hay que hacerlo muy perfecto». Se compró una máquina radial, primero cala las partes pequeñas y luego las grandes, cuando está cortado lo lija bien, le quita la cáscara y comienza la parte más artística, con «pasamanería, swarovski, cristal, cordones de oro...».

Dentro, incluso pone figuras como parejas de novios, niños de comuniones... Sus obras llevan tanto trabajo que en algunas piezas tarda 100 horas.

Lo bueno es que están a la venta y a partir de 120 euros hasta 300 euros, depende del trabajo que tenga.