La economía de CyL creció un 2,9% en 2018, cuatro décimas más que en 2017, con una desaceleración en la segunda mitad

  • La economía de Castilla y León creció un 2,9 por ciento a lo largo del año 2018, cuatro décimas por encima de la tasa anotada en 2017, "un mal año" que cerró el ejercicio con un aumento del 2,5 por ciento como consecuencia de la pertinaz sequía y sus efectos negativos en la cosecha de cereales y en la producción de las ramas energéticas, dos sectores que en 2018 "fueron mejor".
La economía de CyL creció un 2,9% en 2018, cuatro décimas más que en 2017
La economía de CyL creció un 2,9% en 2018, cuatro décimas más que en 2017
EUROPA PRESS
La economía de CyL creció un 2,9% en 2018, cuatro décimas más que en 2017

Así lo ha asegurado la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, durante la presentación este lunes de los datos de la Contabilidad Regional Trimestral de Castilla y León correspondientes al cuarto trimestre de 2018 que, en una "primera estimación" sobre datos coyunturales y, por lo tanto, revisables, dejan ese crecimiento del 2,9 por ciento para la economía castellanoleonesa, por encima del 2,5 por ciento calculado para España, al 1,8 por ciento de la zona Euro y el 1,9 por ciento de la UE.

Según ha precisado la consejera, el crecimiento de la economía de Castilla y León se aceleró en la primera mitad de 2018 y se contrajo en los dos últimos trimestres a lo que ha añadido que se han conseguido mejorar los resultados de empleo que, en línea con el comportamiento de la actividad, aumentaron un 1 por ciento en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (10.447 en términos absolutos), frente al 0,8 por ciento del ejercicio precedente.

El empleo aumentó en todos los sectores, menos en servicios, y registraron la mejor evolución en el sector primario y en la industriarespecto del año anterior. "Por quinto año consecutivos Castilla y León registra tasas de de crecimiento positivas por encima del 2 por ciento lo que se ha traducido en creación de empleo", ha significado la consejera que ha cifrado en 70.000 el crecimiento de las personas ocupadas en esta legislatura, la mitad de ellos en industria.

Dicho esto y tras significar ese aumento del 1 por ciento del empleo el pasado año, ha hecho hincapié en la conveniencia de comparar las cifras de finales de 2017 y de finales de 2018 que arrojan un "dato más relevante" de más de 25.000 personas en términos EPA.

Según ha detallado la consejera, el mejor comportamiento del VAB desde la perspectiva de la oferta se registró en el sector primario, con un crecimiento del 12,1 por ciento en 2018 frente al decrecimiento registrado en 2017, mientras que el resto de los sectores crecieron menos que el año precedente.

En el caso concreto del sector primario el tirón de la producción agraria ha compesado en parte el menor crecimiento de la producción ganadera registrado en 2018.

En cuanto a la industria anotó una variación anual del 1,3 por ciento en 2018, tres décimas inferior a la de 2017 (1,6 por ciento), por la desaceleración de las ramas manufactureras hasta alcanzar el 1,6 por ciento, mientras las ramas energéticas anotaron un menor descenso al quedarse en un -1,5 por ciento frente al -9,6 por ciento que anotó en 2017 por la falta de lluvias.

Por su parte, la construcción creció un 2,9 por ciento en 2018, cuatro décimas menos que en 2017 que cerró con un 3,3 por ciento. En este caso, la obra civil aumentó su actividad frente al descenso en la edificación no residencial y la desaceleración de la edificación residencial respecto del año precedente.

Finalmente, el conjunto del sector servicios creció un 3 por ciento, cuatro décimas menos que en 2017, por el menor crecimiento de los servicios de mercado, que pasaron del 4,3 por ciento al 3,2 por ciento, y a una aceleración de los servicios no de mercado que han pasado del 0,6 al 2,2 por ciento.

Según ha detallado la consejera, desde el punto de vista de la demanda el mayor crecimiento del PIB se explica por la menor contribución negativa de la demanda externa que ha restado -0,1 puntos frente a los -1,3 de 2017, mientras que la demanda interna ha anotado una aportación de 3 puntos, ocho décimas menos que en 2017.

Del Olmo ha constatado una desaceleración del gasto en consumo final que ha pasado del 2,7 por ciento de 2017 al 2,4 por ciento de 2018 a pesar de que el gasto en consumo final de los hogares aumentó el 2,8 por ciento, tres décimas más que en el año anterior. En este caso, la caída se debe al gasto en consumo final de las Administraciones Públicas que pasó del 3,3 por ciento en 2017 al 1,4 por ciento del pasado año.

En cuanto a la formación bruta de capital o inversión, aumentó un 4,5 por ciento durante 2018, de nuevo por debajo de las cifras registradas en 2017 (5,2 por ciento). En este caso, la inversión en bienes de equipo aumentó un 3,4 por ciento, frente al 3,9 por ciento de 2017, mientras que la inversión en construcción registró un aumento también inferior al del año precedente (5,1 por ciento y 5,6 por ciento, respectivamente).

Por su parte, la variación de existencias mantuvo un efecto neutro sobre el crecimiento del PIB, al igual que en 2017, mientras que en el caso del sector exterior las importaciones totales se desaceleraron en mayor medida que las exportaciones totales, con variaciones del 0,4 y 0,3 por ciento, respectivamente, en el ejercicio 2018.

DATOS DEL CUARTO TRIMESTRE

En el caso concreto de la contabilidad regional del cuarto trimestre y según los datos facilitados también por la consejera, el Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León registró un crecimiento interanual del 2,5 por ciento, cinco décimas menos que el anterior, lo que constata esa desaceleración contemplada a lo largo del año que comenzó con un 2,9 por ciento en el primer trimestre, para subir al 3,4 por ciento en el segundo y bajar al 3,0 y al 2,5 por ciento en el tercer y cuarto trimestre, respectivamente.

Así, la variación intertrimestral se situó en el 0,3 por ciento en este periodo (0,1 por ciento en el precedente, 1,2 en el segundo y 0,9 en el tercero).

Desde la perspectiva de la oferta, en el cuarto trimestre de 2018

se produjo un mayor crecimiento del VAB del sector primario y de la construcción, que tiraron de la economía de Castilla y León, con una "ligera desaceleración" en los servicios y un descenso del 0,1 por ciento en la industria frente al aumento del 1,8 por ciento del periodo precedente.

Del Olmo ha explicado al respecto que las ramas energéticas decrecieron el 10,5 por ciento interanual (se elevaron el 10,4 por ciento en el trimestre precedente) por la "significativa bajada" del suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, mientras que las ramas manufactureras presentaron una variación anual del 1,1 por ciento en este trimestre, similar a la reflejada en el anterior (1 por ciento), y se observó un mejor comportamiento de la industria alimentaria y del material de transporte.

Desde el punto de vista de la demanda, en el cuarto trimestre de 2018 se redujo la aportación de la demanda interna al crecimiento del PIB respecto del periodo julio-septiembre, de 3,5 a 2,4 puntos porcentuales, mientras que la contribución del sector exterior pasa de -0,4 a 0,1 puntos porcentuales.

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