Esta historia bien se merece una nueva entrega de la famosa saga Loca Academia de Policía. El argumento: un grupo de ladrones se ha infiltrado en la academia, con la peculiaridad de que los cacos son los propios policías.

Lo malo es que no es ficción, es lo que está pasando en la academia de formación de Ávila. El 20 de febrero comenzó en esta academia un nuevo curso: 2.700 alumnos de la promoción XXIII que se preparan para ser policías. El curso durará seis meses, más otros tres meses de prácticas en la calle, lo que se llama aula abierta.

De momento, no han empezado muy bien las cosas. Varios alumnos ya han denunciado que les han robado enseres personales en sus habitaciones y en los vestuariosvarios abrigos, todo tipo de útiles de aseo e incluso las carteras, una de ellas con 200 euros dentro. Tres fuentes policiales distintas han confirmado a 20 minutos que la situación que se está viviendo dentro de la academia no es nada agradable.

Cada año, ha ido creciendo la oferta pública de plazas de policías, con una media de 5.500 anuales. La oferta es alta y para satisfacerla hace falta una gran demanda, lo que conlleva una relajación en los criterios de selección. "Últimamente se nos estén colando elementos de una calaña tremenda", señala un mando policial, que asegura que el año pasado se tuvo que expulsar a un alumno porque se descubrió que tenía antecedentes policiales. Sin olvidar, destaca otro agente que trabaja en la academia, que también se ha detectando consumo de drogas entre algunos agentes e "incluso algo de tráfico de hachís".

Febrero, mala promoción

Otro policía, profesor, señala que la academia es como una pequeña ciudad con 3.500 habitantes, de los que 2.700 son alumnos, que "representan a todas las capas sociales", con lo que no es extraño que ocurran estos incidentes. "La promoción de febrero siempre es peor que la de septiembre del año anterior, ya que son los que han sacado peores notas", señala.

Desde el sindicato SUP piden que se revisen los métodos y pruebas de selección, aunque conlleve que cada año entren menos jóvenes a la academia, "menos policías pero un poco más decentes".

Este diario ha intentado sin éxito contactar con el director de la academia para conocer el número exacto de denuncias que se han puesto y si se ha abierto una investigación para esclarecer estos robos.

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