Fue la unidad de Drogas y Crimen Organizado la que desmanteló esta "importante y compleja" red de trafico de cocaína, constituida por tres organizaciones relacionadas entre sí y asentadas en varios municipios, que distribuía la droga "en un amplio sector" de clubes de alterne y zonas de ocio de la región de Murcia.

En la operación Búnker, coordinada por la titular del juzgado de instrucción número dos de Caravaca de la Cruz, Ana Belén Álvarez, se realizaron doce registros, en clubes de alterne, domicilios y garajes particulares.

La policía se incautó de dos pistolas de fuego real de calibre 7,65 y 9 milímetros corto, munición para ellas, otras dos pistolas simuladas, otros tantos cargadores para subfusiles, un silenciador adaptable a arma larga de precisión, seis vehículos de media y alta gama, balanzas de precisión, precursores y otros útiles para el corte, adulteración y manipulación de la droga.

Una vez manipulada y cortada para su distribución final al menudeo, con la cocaína intervenida, de gran pureza,se habrían podido vender 50.000 dosis, valoradas en 1,5 millones de euros.

De los 30 detenidos, 28 son españoles (22 hombres y seis mujeres) y dos, extranjeras, una colombiana y una uruguaya.

Los registros se efectuaron en Cehegín, Alcantarilla, Molina de Segura y Murcia, además de en las pedanías capitalinas de La Albatalía, Zarandona, Cabezo de Torres, El Palmar y Monteagudo.

Los proveedores y distribuidores "de escalón medio" detenidos adquirían la droga a otras redes de Madrid y de Galicia, que, a su vez, están enlazadas con varios cárteles colombianos.

Son distribuidores autóctonos, casi todos naturales o residentes en la Región de Murcia, que operaban introduciendo partidas de entre uno y cinco kilos, que posteriormente desdoblaban para proveer a otros distribuidores o para prepararlas y venderlas al menudeo.

Para eludir el control policial, adoptaban "exhaustivas" medidas de seguridad, por lo que cambiaban frecuentemente de métodos de actuación, así como de lugares y formas de contacto entre ellos.

La droga era ocultada en pisos de seguridad, propiedad de alguno de sus miembros, y en garajes alquilados a nombre de otras personas.