El PP introducirá en la Comunidad de Madrid, una de las más desreguladas de España, las primeras medidas para limitar de algún modo la apertura de salones de juego y casas de apuestas. El Gobierno regional ha publicado ya su anunciado proyecto de decreto sobre la materia en el que fija una distancia mínima de cien metros entre la puerta de estos negocios y la de los centros educativos de enseñanza no universitaria. Una iniciativa que, como avanzó 20MINUTOS en diciembre, estudiaba la Consejería de Economía tras las críticas de la oposición y las asociaciones a su primer borrador.

El Ejecutivo, que ha declarado urgente esta norma para aprobarla antes de las elecciones, impondrá esta prohibición a los nuevos establecimientos. Ahora bien, no deja claro si será también aplicable a los ya en funcionamiento (unos 600, según datos recientes), algo que reconocen que está pendiente de concreción. Además, da una moratoria de un año para retirar las máquinas con juegos infantiles o deportivos con premio en especie.

El documento consolida las medidas que desde el principio había defendido la consejera Engracia Hidalgo. Se obligará a los propietarios a que rotulen de forma unívoca su negocio, impidiendo que las fachadas de los salones de juego se forren con "imágenes o rotulación" que imiten, por ejemplo, a casinos o bingos, algo habitual en este sector. También, Economía quiere que haya "al menos una persona" encargada del control de accesos en todos los negocios.

Para Podemos, la distancia mínima es "claramente insuficiente", comparada con otras comunidades. A su juicio, el decreto deja fuera "muchísimas medidas necesarias" que han sido "un clamor en la sociedad madrileña" como por una regulación de "las distancias entre estos salones para evitar su concentración" o de la publicidad en espacios públicos y la radiotelevisión autonómica. "Bienvenido cualquier avance por tímido que sea, pero lamentamos que el gobierno del PP de Madrid haya estado dos años dando largas a nuestras propuestas para terminar tramitando por vía urgente un decreto que deja pasar la oportunidad de hacer una buena regulación", explica el parlamentario Emilio Delgado.