El 'bullying' evoluciona con la edad, según un estudio

  • Los jóvenes que a los 11 años no están involucrados en bullying generalmente no lo estarán más adelante
  • Aquellos que si lo están a edades tempranas suelen continuar estándolo varios años más.
Bullying, acoso escolar
Bullying, acoso escolar
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Bullying, acoso escolar

Un equipo internacional formado por investigadores de las universidades de Córdoba (UCO), Cambridge (Reino Unido) y Zúrich (Suiza) ha elaborado un estudio sobre los roles de acoso, o bullying, entre iguales a tempranas edades. Según han concluído, si se sufre este tipo de conductas a los 11 años es probable que la situacion continúe durante toda la adolescencia, evolucionando a través de los años y con difícil escapatoria.

Según ha publicado la UCO en una nota, el bullying es un comportamiento antisocial dañino presente en las escuelas de todo el mundo y cuya implicación, como agresores o como víctimas, "tiene serias consecuencias a corto y largo plazo para todos los miembros de la comunidad escolar, la familia y la sociedad en general, ya que puede provocar problemas futuros relacionados con la depresión o dificultades en las relaciones sociales". Además, algunos estudios han relacionado los casos de bullying  con el consumo de drogas y la delincuencia.

Por ello, la UCO añade que este comportamiento esencialmente violento en los adolescentes es un asunto grave que debe abordarse con urgencia ya que, pese a que el acoso es un fenómeno cada vez más estudiado, "aún existen lagunas sobre su desarrollo a lo largo del tiempo y los cambios que puede generar en un mismo individuo, lo que se conoce como perspectiva longitudinal del desarrollo de los jóvenes".

Este estudio identifica comportamientos específicos de acoso escolar en distintos momentos de la adolescencia de los jóvenes y estudia de que maneras siguen involucrados en ellos, o por el contrario escapan en algún momento antes de alcanzar la adultez. Los resultados se han publicado en la revista 'Child Development' y en ellos se explica que la manera de acosar cambia a medida que los adolescentes crecen, volviéndose menos física con la edad.

Así, el daño físico es la forma habitual en la que el bullying se manifiesta en edades tempranas y las formas más "sutiles" tales como insultos y exclusión social, se mantienen a lo largo de la adolescencia.

La investigación ha empleado un total de casi 1.000 adolescentes, que respondieron a un cuestionario sobre agresión y victimización a los 11, 13, 15 y 17 años. Lo novedoso de este estudio recae además en que se trata de un análisis longitudinal, estudiando al mismo grupo de adolescentes entre los 11 y los 17 años de edad.

Según el estudio, existen tres roles en el fenómeno del bullying: agresores, víctimas y agresores victimizados (cumplen ambos roles). Alrededor del 15% de los participantes se han visto implicados en alguno de estos roles durante toda su adolescencia. Además, se vió que aquellos que a los 11 años no están involucrados en el bullying , por lo general, no lo estarán más tarde en sus vidas.

En cambio, se observó que aquellos que si lo estaban a esa edad era probable que lo estuvieran durante varios años más. También se comprobó que en la gran mayoría de casos, ni las víctimas pasaban con el tiempo a ser agresores ni al revés, sino que lo habitual es que durante el tiempo que dure su implicación en estas situaciones su rol continúe siendo el mismo.

Por otro lado, se encontró que los jóvenes que encajaban en el perfil de agresor victimizado suelen estar afectados por este problema durante más años, rara vez pasando a estar libres de este fenómeno.

La investigación de este equipo ayuda a entender la evolución de estos comportamientos, algo que puede ser crucial para la detección de casos. además, abre nuevos horizontes de cara a investigar factores de riesgo y de protección, que en el futuro próximo puede centrarse también en las consecuencias de la implicación en bullying, ya sea esta esporádica o permanente.

Este tipo de información podría ser muy valiosa para elaborar planes específicos de prevención e intervención temprana, ayudando a los niños a no involucrarse (o verse implicados) en estas conductas.

Este estudio se enmarca en el Proyecto de Zúrich sobre Desarrollo Social desde la Infancia hasta la Adultez (z-proso) dirigido por el profesor Manuel P. Eisner y director del Violence Research Centre en la Universidad de Cambridge. Los investigadores Izabela Zych y a Vicente J. Llorent de la UCO llegaron a formar parte de esta iniciativa gracias a la beca de movilidad José Castillejo concedida por el Ministerio de Educación de España.

Izabela Zych forma parte del grupo de investigación Laecovi en la Universidad de Córdoba, con una larga trayectoria en el estudio del acoso escolar. En la actualidad, ambos son investigadores visitantes en el Instituto de Criminología de la Universidad de Cambridge, donde colaboran en z-proso con un enfoque específico centrado en el acoso escolar.

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