No es la primera vez que la prensa norteamericana más afín a las políticas de Donald Trump centra sus esfuerzos en hacer caer la imagen de su antecesor en el cargo, Barack Obama, e intentar quebrar la confianza del pueblo en una posible adversaria, Michelle. Tampoco lo es que lo hagan a través de su hija Malia.

Y es que la joven no es más que eso, una joven, y, como tal, vive más que nunca el momento. Si en su momento se le criticó que bailara twerking en el festival Lollapalooza e, incluso, que fumara marihuana por un vídeo donde se le ve inhalar de un cigarrillo, ahora las quejas provienen por la escapada vacacional que ha hecho con sus amigas a Miami.

Malia Obama, junto con un grupo de amigas, se hospedaron en una casa con una gran piscina. Pero, entre baño y tomar el sol, la hija del Premio Nobel de la Paz no se separó de una botella de Whispering Angel, un vino rosé de 12,5 % de gradación. Es decir, alcohol.

Mientras que la chica tiene 20 años, la edad para tener el consentimiento legal y poder tomar bebidas alcohólicas en EE UU es de 21 años. Por lo que la prensa sensacionalista estadounidense no ha dudado en atacar por ahí a la joven.

El Daily Mail, la publicación británica, sacó a la luz las fotografías de los paparazzi que habían seguido a la hija de los Obama. Y la Fox, la cadena de ideales republicanos de Rupert Murdoch, se hizo eco del reportaje.

En este, hasta se había dado con la cuenta secreta de Facebook de Malia y se había encontrado una fotografía en la que llamaba "malvado" al presidente Donald Trump.