El actor Javier Bardem fue el encargado de entregar el Oscar a la mejor película extranjera, galardón que recayó en Alfonso Cuarón por 'Roma', y recibió un gran aplauso por el público asistente al Dolby Theatre de Los Ángeles por las palabras que entonó instantes antes de entregar el galardón, en un alegato en castellano en contra de los muros y a favor de la diversidad de idiomas.

"No hay fronteras y no hay muros que frenen el ingenio y el talento. En cada región hay historias que nos conmueven y esta noche celebramos la excelencia y la importancia del idioma de diferentes países", indicó Bardem en su intervención, a lo que siguió un fuerte aplauso colectivo por todos los asistentes.

Alfonso Cuarón fue el receptor de la estatuilla, la segunda de la noche en ese instante, y apostó por el inglés para agradecer el premio dedicándoselo a sus hijos, que le acompañaron en la gala en Los Ángeles y a su tierra, México.

Más allá de su intervención en el escenario, Bardem dejó buenos momentos en el patio de butacas durante la actuación de Queen, en el arranque de la gala, y también en la alfombra roja.