El próximo 26 de mayo se cumplirán 19 años de la entrada en prisión de Manuel Germán Ramírez Valdovinos, un mexicano acusado y sentenciado por el homicidio de un hombre que está vivo, informa el diario SDP Noticias.

Manuel fue detenido con violencia y sin orden de detención en mayo del año 2000 en el poblado de Tepexpan, en el estado de México. Fue esposado, golpeado y subido a un vehículo. Ingresó en una prisión de la zona y tras varios cambios de centro penitenciario, un juez de Toluca lo condenó a 40 años de prisión.

La sentencia se produjo pese a que el cadáver presentado era diferente al de la supuesta víctima: medía tres centímetros menos, su color de piel era diferente y no coincidían las características físicas particulares, como lunares o cicatrices.

"Se comprobó que la persona que supuestamente mató mi esposo sigue con vida. Lo acusan de algo que no tiene sentido", dice Itzel del Campo, esposa de Manuel. "Pido justicia y libertad de mi esposo quien lleva preso 19 años por un delito que jamás se cometió, un delito fabricado. Teniendo todas las pruebas de la tortura que se utilizó para que aceptara responsabilidad en un delito, aún así lo mantienen en prisión. Por eso demando una exhaustiva atención a libertad de mi esposo, pido al gobierno federal intervenga para que se tomen las medidas precautorias para evitar más abusos de autoridad. Es una falacia que en México exista Estado de Derecho", afirmó la mujer.

Además, Manuel Ramírez ha sabido que el presunto muerto, Manuel Martínez Elizalde, ha visitado su casa en Tepexpan, donde ha pernoctado en la casa que su padre compró con el millón y medio de pesos del seguro de vida, y luego ha regresado a Estados Unidos, donde vive con una personalidad diferente y tras haber cambiado su aspecto físico, informa el diario Puntual.

En el año 2015, Manuel difundió un vídeo en el que pedía ayuda al entonces presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.