Pedro Luis N. A., el presunto inductor del asesinato del concejal de IU de Llanes, Javier Ardines, actuó por celos, según fuentes de la investigación. Su mujer es prima de la esposa de Ardines. Las dos parejas mantenían una estrecha amistad forjada en Llanes (Asturias), donde Pedro Luis y su pareja acudían los fines de semana y en verano desde Amorebieta (Vizcaya), a 200 kilómetros de distancia. Sin embargo, no han vuelto desde que el pasado 16 de agosto apareciera muerto Ardines, en su camino al puerto para faenar con su embarcación.

Amorebieta es un municipio vasco de 19.000 habitantes en el que el matrimonio compuesto por Pedro Luis y su mujer vivían en su chalé adosado situado en la calle Zubipunte Talde junto a sus dos hijos de 18 y 22 años. Además de esta propiedad, posee una segunda vivienda en Belmonte de Pría, a escasos 100 metros de distancia de la residencia de Ardines.

Pedro Luis, de 48 años, es gerente de una empresa de electricidad —Instalaciones Mugarra S.L.— que él mismo fundó en 2002. Según fuentes de la investigación, es una persona "muy celosa y reservada" que no toleraba que Ardines se llevara bien con su mujer y sospechaba que entre ambos hubiera algo más que amistad. Otras fuentes cercanas al entorno de Pedro Luis le describen como "agresivo".

Ver juntos a los dos matrimonios era algo habitual en Llanes. Las dos mujeres, Katia y Nuria, son primas hermanas. Ambas compartes el primer apellido, sus padres son hermanos.

Fuentes cercanas a la investigación consideran que Pedro Luis N. A. encargó la muerte de Ardines obsesionado por una posible relación con su mujer y se valió de la ayuda de un conocido, arrestado en Vizcaya, que le pudo poner en contacto con los dos hombres implicados y autores materiales del crimen. Uno de ellos ya está detenido y otro está pendiente de extradición desde Suiza. Estos dos sicarios, procedentes del mundo de las drogas y el trapicheo de estupefacientes, tenían "poca profesionalidad" y son asesinos a sueldo "con todas las letras", según el experto en seguridad en Euskadi César Charro en declaraciones a Europa Press Televisión.

El experto en seguridad ha recordado que, en la época de los clanes de la droga gallega, si era contratado un sicario para ajustar cuentas, "en el mismo día que hacía la operación, se marchaba, y era prácticamente imposible localizarlos". "¿Qué dice esto?, que ahí hay un profesional, en el peor sentido de la palabra. ¿Aquí qué tenemos?, unos personajillos 'de Tercera División' que se han creído impunes porque no les ha visto nadie", ha proseguido. Sin embargo, los dos sicarios mantuvieron la relación con quien les contrató, amigo de Pedro Luis N. A., "y eso al final ha sido su fin", ha certificado.

Durante este miércoles los agentes de la Guardia Civil de Llanes le trasladaron desde el calabozo hasta su residencia en Asturias para que les acompañara durante el registro que llevaron a cabo desde las nueve y hasta las once de la mañana. El detenido estuvo en todo momento cubriendo su cabeza con una capucha y esposado. Los agentes recorrieron con Pedro Luis N.A. todas las dependencias de la vivienda, incluidas las dos plazas de garaje que tiene la casa, en busca de pruebas que ayuden a resolver el asesinato del edil de Llanes. Tras el registro, los agentes salieron con varias cajas de cartón con pertenencias del detenido. Por el momento las diligencias siguen estando secretas y no se descarta que pueda haber más detenidos. Se prevé que Pedro Luis N. pase a disposición judicial este jueves.