En ese sentido, el Ayuntamiento recuerda que ya en 2016 se vio "obligado a cerrar el acceso a la parcela en la que se encuentra la hacienda, con 670 metros de valla, para evitar el paso al edificio" de la antigua hacienda, intensamente deteriorado. "A pesar de ello, se da la circunstancia de que en los últimos meses se había detectado una importante cantidad de tránsito de jóvenes hacia el interior de la parcela y de la hacienda", indica el Consistorio.

Por eso, la Administración local ha ordenado actuaciones de eliminación de los elementos de amianto del antiguo recinto, así como en "las zonas con expediente de ruina y que suponen un riesgo por derrumbamiento". Los trabajos se centrarán en las naves anexas a la hacienda, que son posteriores a la misma, y en los techos con riesgo de desprendimiento.

Así, se mantendrán la espadaña, elemento del conjunto con protección, pero también los muros originales de la hacienda a media altura por si se decidiera la puesta en valor de la edificación en el futuro, toda vez que el Ayuntamiento está pendiente de un informe de la Junta de Andalucía que autorice la intervención debido a la dispersión de los restos que pueden resultar perjudiciales para la salud.