La lucha contra la pobreza y contra el cambio climático forma parte de los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por Naciones Unidas y que constituyen un reto colectivo a alcanzar en 2030. Aigües de Barcelona los ha incorporado plenamente a su práctica diaria y a su filosofía de empresa al servicio de las personas, con el foco en una sociedad más justa y con menos desigualdades.

El primer punto es la lucha contra la pobreza, un grave problema que ha resurgido en el mundo más desarrollado. Aigües de Barcelona, consciente de su responsabilidad como prestataria de un servicio básico, creó el año 2012 un Fondo de Solidaridad pionero para atender la situación de las familias vulnerables, es decir aquellas que debido a su situación económica no se podían hacer cargo del pago del recibo del agua.

Gracias a su conocimiento de la realidad por la que atravesaban sus usuarios, la compañía se avanzó a las regulaciones normativas y se anticipó al empeoramiento del contexto económico y social.

El diseño y la implementación del fondo fue elogiado en su día por el Institut Català d’Avaluació de Polítiques Públiques (Invàlua), organismo participado por la Generalitat, que destacó la relación de máxima confianza entre la compañía y los servicios sociales de los ayuntamientos y las entidades de ayuda a los más desprotegidos.

De esta manera, Aigües de Barcelona se convirtió en la primera gran compañía de servicios que puede asegurar, con el máximo rigor, que no corta nunca el suministro a sus usuarios que han sido identificados por los servicios sociales como personas vulnerables. El Fondo de Solidaridad ha firmado convenios con 22 municipios del área metropolitana que han beneficiado a más de 24.000 familias (7.000 en la ciudad de Barcelona).

La compañía se hace cargo de la parte del recibo correspondiente al consumo (que supone el 52% del total, frente a un 48% que son tasas e impuestos de las administraciones). Además, la firma acaba de dar otro paso adelante y ha condonado la deuda acumulada por los recibos que las familias vulnerables dejaron de pagar antes de ser reconocida su situación por los servicios sociales.

El cambio climático ha provocado que el caudal de los ríos que desembocan en el Mediterráneo haya descendido en un 25% en los últimos 20 años. Cada vez más los episodios de sequía extrema se alternan con oleadas de lluvia e inundaciones en lugares donde eran desconocidas o infrecuentes. Contar con agua y saneamiento de calidad en todos los rincones del planeta es otro de los retos incluidos en los ODS.

La envergadura del reto obliga, tal como recoge la ONU, a una gran alianza entre el sector público y el privado. Aigües de Barcelona es precisamente un referente internacional en este tipo de colaboración, que constituye la mejor fórmula para movilizar los recursos, tanto económicos como de conocimiento, y la mejor vía para dejar a nuestros hijos un mundo más habitable.