Todas las mujeres nos hemos visto alguna vez en esa situación: vas con el tiempo justo, cada minuto cuenta y necesitas maquillarte por el camino. Sí, el metro, un autobús, el VTC, el coche de tu pareja o de tu amiga... se transforman en un tocador improvisado. Así que no queda otra que pasar por chapa y pintura en movimiento, pero nunca cuando vas tú al volante.

Por si no lo recordais, Meghan Markle hizo en 2016 un tutorial para Bobbi Brown en un Uber en el que daba pautas para maquillarse durante un trayecto. Por aquella época, la actual duquesa de Sussex era actriz y explicaba su rutina de camino a una reunión con los productores de la serie Suits en la que participaba.

Cualquier producto que nos vayamos a aplicar tendremos que hacerlo con paciencia, poco a poco, en lugar de todo a la vez. Especialmente, en el caso del rímmel y el delineador de ojos. Si no puedes prescindir de ellos ese día, espera a estar en un semáforo, en medio de un atasco o ya en el ascensor para no correr el riesgo de clavártelos en un ojo.

La base maquillaje es recomendable que sea en polvo compacto. Cuidado si está roto porque los trozos de polvo suelto pueden terminar volando fuera del regazo en un giro inesperado y ponerlo todo perdido. Mejor no jugársela e ir un poco pendiente por si aparece un bache inesperado.

Por calidad y precio, una opción viable es la de Rimmel London que tiene hasta siete tonos distintos para encontrar el que más se adapta a nuestro tipo de piel. Además, para cutis con problemas de sebo es perfecta porque no tiene aceite, ni perfume y la cobertura que deja es ligera y sin efecto graso.

¿El corrector? En barra o que lleve una esponjita incorporada tipo la de El borrador de Maybelline.

Si eres perefeccionista Benefit tiene una paleta que incluye todo lo necesario para corregir, contornear, iluminar y broncear.

Nada de pintalabios líquidos porque tu ropa no es el mejor rival contra ellos. Acabarás con manchas por la cara y seguramente terminarás ensuciando tu medio de transporte porque algo se derramará con el vaivén continuo.

Ahorra espacio llevando en un neceser maquillaje que te haga un doble servicio. Por ejemplo, un blush (colorete) que te sirva para dar un rubor a tus mejillas, pero a la vez como barra de labios. El Chubby Stick Cheek Colour Balm de Clinique va muy bien porque en es crema, lo que permite que sea modulable.