punk de los 90 marta franco Ellos dicen que su estilo musical está dentro de la cultura del rock calimochero. Pero los críticos se refieren a ellos como una banda que sigue la pista de grupos punk de los 90, que están entre La Polla Records y Toy Dolls con un poco de Ilegales o Metallica. Tienen cinco discos a sus espaldas y ni ellos mismos saben aún muy bien de qué van. Viven en una especie de anarquía rockera. Sólo tienen claro que lo suyo es hacer parodias en sus canciones. La Sala Q acoge esta noche el concierto del grupo Mamá Ladilla, que vuelve a Sevilla con el directo de último trabajo, Autorretrete, el décimo en su carrera. Y llegan con un nuevo componente, ya que el anterior bajista Llors Merino (o tío Llors como ellos le llamaban) dejó la formación a finales de 2007. Javi Rojas es el nuevo bajo y corista que acompaña a Juan Abarca (guitarra y voz) y Ferro (batería). Las letras de esta banda madrileña no dejan a nadie indiferente. Son letras que tratan sobre temas cotidianos utilizando el humor, la broma, lo escatológico, lo sexual y hasta el surrealismo. Algunas tienen un toque muy reivindicativo. Basten algunos títulos de canciones que se oirán esta noche: Cunnilingus post mortem, Dolor a mierda, Yanquis go home o Surfin Papa. Según la crítica, este quinto álbum (sexto, si se cuenta la primera maqueta debut) ha sido el más alabado por los seguidores de la banda.

* Sala Q. C/ Metalurgia, 25. Polígono Calonge. Hoy, a las 22 h. Anticipada: 10 (en FNAC, Urende, Carrefour); en taquilla: 12 euros.

14 años de aventuras

Juan Abarca, Llors Merino y Ferro formaron Mamá Ladilla en septiembre de 1994 en Madrid. Su primera maqueta, Directamente a la basura, corrió como la pólvora. Cuando cumplieron una década en la música, en 2004, lanzaron una reedición de aquel primer disco, Directamente a la basura: diez años macerando. Ese mismo año Juan Arbarca entra a tocar en otro grupo paralelo, Engendro.