Gobierno y Generalitat están distanciados respecto a la figura del relator que Sánchez pretende sentar en la mesa de negociación con el Govern. El Ejecutivo socialista se niega a calificarlo como un mediador. En teoría, su labor sería dar cuenta del contenido de las conversaciones, y no puede tener ningún tipo de vinculación ni interés con ninguna de las dos partes.

"Un hombre o mujer de Cataluña y que conozca muy bien su pasado y presente", dijo este miércoles la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. Quiere que sea una persona "que ponga orden en el debate" y continuó alegando que no puede tratarse de un mediador internacional porque "en la mesa no se va a sentar el Gobierno", sino que se trata de una mensa de "partidos".

A esto, su homóloga en el Govern, Elsa Artadi, respondió que además ha de tratarse de "alguien neutral". Desde las filas independentistas tratan de condicionar la figura del relator apostando por alguien que de nivel internacional a las negociaciones. De hecho, facilitaron a Moncloa un listado de nombres, pero ninguno es catalán. Esa es la baza que mantiene Quim Torra y que Sánchez rechaza de pleno, según el mensaje lanzado por la vicepresidenta Calvo. Eso sí, Artadi aclaró que la decisión final se tomará "entre las dos partes". Y es que su cometido será el de dar cuenta de los avances que se puedan dar en el diálogo.

El primero de los nombres que salió para ocuparse de dicha labor fue el del lehendakari, Iñigo Urkullu, pero primero fuentes del PNV aseguraron que ese ofrecimiento no había existido y posteriormente fue él mismo quien se descartó. "Yo estoy citado a declarar ante el Supremo. No tengo comentarios sobre ello", sostuvo. La figura de Urkullu ya sonó para mediar entre Rajoy y Puigdemont después del referéndum del 1-O, aunque el líder vasco mantuvo silencio en este sentido.

Las propuestas de candidatos se está llevando con secretismo, pero otro de los posibles sería Xavier Doménech. El exdiputado de Unidos Podemos y último candidato de Catalunya en Comú a las elecciones autonómicas sí que cumple con las condiciones aportadas por el Gobierno y la Generalitat, toda vez que abandonó sus cargos en la formación morada, entre otras cosas, por discrepancias con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Desde su salida, en septiembre del año pasado, Doménech se ha mantenido alejado de cualquier tipo de debate, pero mientras ocupaba un cargo, fue una de las voces más insistentes en la vía del diálogo. Con todo, ni Moncloa ni la Generalitat han querido vincular la presencia del relator con una posible cesión para facilitar la aprobación de los Presupuestos.