La tinta de su cara apenas se había secado cuando el mundo descubría que Kelsy Karter había mentido sobre su tatuaje. La cantante nacida en Nueva Zelanda, de 24 años, tuiteó una foto de lo que aseguró que era un tatuaje de Harry Styles en su cara.
El artista Romeo Lacoste fue el encargado de 'la destrucción facial' de Karter, pero rápidamente los usuarios comenzaron a especular en redes sociales sobre que podría tratarse de un truco para generar atención.
La propia Karter lo admitió el jueves por la noche en un vídeo que subió a su Instagram: "Cómo sacudí al mundo entero por 300 dólares". De esta manera, la neozelandesa se jactaba de que todo había sido parte de una acción promocional de su nuevo single, Harry.
"[Romeo] encontró la portada que Rolling Stone hizo sobre Harry en 2017 y la calcó en mi cara. Luego una maquilladora de efectos especiales hizo el resto", explica ella en el clip. "Por cierto, sabemos que parecía ridículo. Ese era el punto", añadió.
Aunque Karter ciertamente generó titulares con su engaño, su single no está teniendo muchas visitas de YouTube. Aún no ha logrado alcanzar las 500.000 reproducciones.
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