Según ha informado la entidad en un comunicado, la delegación situada en Palma de Mallorca cerró el ejercicio con 126 empleados, de los cuales 120 tienen algún tipo de discapacidad, ya sea física, psíquica, sensorial, orgánica o una enfermedad mental.

Estas cifras de traducen en un incremento medio de la plantilla del 23 por ciento respecto al año anterior.

Un 95 por ciento de la plantilla del centro especial de empleo tiene diversidad funcional, uno de los índices más altos de toda la red, y que un 26 por ciento pertenece al colectivo considerado de difícil inserción.

Precisamente este colectivo de personas con especiales dificultades ha centrado, desde hace años, gran parte de los esfuerzos de la organización en materia de integración laboral.

A nivel nacional, Grupo SIFU ha incorporado a 182 personas de este perfil, llegando a alcanzar casi 1.400 empleados de dicho colectivo, un 30 por ciento de la plantilla.

Los Centros Especiales de Empleo cuentan con la figura de las Unidades de Apoyo, un equipo de trabajadores sociales y psicólogos que se encargan de dar soporte a este colectivo, asegurándose de su plena adaptación al puesto de trabajo y actuando como referente para el trabajador.