Moreno destaca a Alberto y Ascensión como "mártires de libertad" y pide justicia para familias "rotas por ETA"

  • Más de medio centenar de ciudadanos han acudido este miércoles a la calle Don Remondo para homenajear, como ocurre cada 30 de enero desde hace 21 años, al concejal popular Alberto Jiménez-Becerril y a su esposa, Ascensión García, asesinado por ETA, un marco en el que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha resaltado la figura de estos dos "mártires de la libertad" y ha dejado claro que se trata de un acto "de memoria, dignidad y que reclama "una justicia que tiene que llegar a tantas familias rotas por el terrorismo".
Teresa Jiménez-Becerril, Juanma Moreno y Juan Espadas, en el acto homenaje a Alb
Teresa Jiménez-Becerril, Juanma Moreno y Juan Espadas, en el acto homenaje a Alb
EUROPA PRESS
Teresa Jiménez-Becerril, Juanma Moreno y Juan Espadas, en el acto homenaje a Alb

El acto, que se ha celebrado tras una misa en la Catedral de Sevilla, ha contado con la presencia de familiares y amigos del edil y la procuradora asesinados, como la hermana del edil asesinado y eurodiputada popular Teresa Jiménez Becerril, así como responsables públicos como el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, o el propio Moreno.

"Aquella noche fue un antes y un después en la memoria colectiva del país que no se puede, no se debe, ni queremos olvidar. Hay que trabajar por que la memoria, la dignidad y la justicia estén en cada acción cotidiana, en cada acto público y recuerdo", afirma Moreno, que añade que se trata de "un recuerdo muy duro, pero fortalece saber que hay personas, como Alberto y Ascen, dispuestas a dar todo en beneficio de los demás".

En este sentido, el presidente autonómico incide en que se trata de un acto "por la dignidad de todos los andaluces y españoles para recordar a dos bellas personas, a dos mártires de la libertad", que defendían "la libertad, la democracia, la pluralidad, la diversidad de opiniones y la defensa de integridad de España".

Según destaca, "el derecho ha costado muchos sacrificios que no podemos olvidar", apuntando al ejemplo de Jiménez-Becerril y su esposa, "dos personas que estaban en la plenitud de su vida, con férreas creencias en la libertad y la democracia que dieron lo más valioso que tenían, su vida".

EL RECUERDO EN LA CIUDAD

De su lado, Espadas ha reconocido y puesto en valor la memoria del concejal hispalense y de la procuradora en esta "dramática esquina en la que fueron asesinados por los terroristas por su condición de servidores públicos".

El primer edil también ha subrayado que "su labor y servicio les costó la vida y dejó una huella perpetua en Sevilla, en la corporación y en la profesión". "La ciudad no puede quitar su recuerdo", afirma, destacando el "orgullo" de la ciudad de haber tenido vecinos como ellos.

"SU CULPA FUE SER ESPAÑOLES"

Por su parte, Teresa Jiménez-Becerril ha llevado consigo tres claveles "en recuerdo de los que llevaba Ascensión para que sus hijos celebraran al día siguiente el Día de la Paz en el colegio, pero que quedaron en el suelo" esa noche y que representan "la paz verdadera, la justicia y la dignidad".

La eurodiputada aboga por que predomine la memoria y no "el olvido y la equidistancia" que asegura que hay quienes pretenden imponer "repartiendo culpa para blanquear los 50 años de ETA".

"Su culpa fue ser españoles", afirma, apuntando a Alberto y Ascensión, tras insistir en "no nos hablen de pasar página mientras homenaje a Mikel Antza, relacionado con tantos asesinatos, mientras se insulta a miembros de la Guardia Civil y mientras no llega la libertad". "Seguiremos luchando por la paz y la justicia y por el cumplimiento íntegro de las penas y que colaboren para resolver los crímenes pendientes. A ETA no le debemos nada y ellos nos deben la vida nuestra familia. Alberto y Ángel murieron por nuestra libertad y pido alzar las voces y decir 'arriba la libertad' y 'arriba España'", concluye.

A este homenaje, se suma la ofenda floral y el minuto de silencio organizado por Nuevas Generaciones de Sevilla en la noche del martes y que ha contado con la presencia, junto a Teresa Jiménez Becerril, del secretario general del PP de Sevilla, Juan de la Rosa; el vicesecretario popular, Luis Paniagua, y el presidente de NNGG de Sevilla, Pedro González, además de numerosos jóvenes de esta organización juvenil.

HACE 21 AÑOS

Alberto Jiménez-Beceril y su esposa Ascensión, ambos de 37 años, fueron asesinados en la madrugada del día 30 de enero de 1998 en la calle Don Remondo del céntrico barrio de Santa Cruz, en la esquina con la calle Cardenal Sanz y Flores, cuando regresaban a su domicilio tras haber cenado fuera, al recibir sendos disparos en la cabeza por parte de varios etarras.

El concejal había aparecido hacía dos años en una lista intervenida a ETA por la Policía, aunque no había recibido ningún tipo de amenazas. El matrimonio iba a cumplir su décimo aniversario de bodas y contaban con tres hijos, de edades entonces comprendidas entre los cuatro y los nueve años.

Por este asesinato, fueron procesados los miembros del Comando Andalucía de ETA Mikel Azurmendi, José Luis Barrios Martín y Maite Pedrosa. Así, Azurmendi y Barrios fueron condenados a 60 años como autores materiales de los disparos que acabaron con la vida del concejal y su mujer, mientras que Pedrosa fue condenada a diez años de prisión por un delito de conspiración para cometer homicidio terrorista, al no haber participado directamente en la acción terrorista. El Tribunal Supremo elevó después la pena a 12 años.

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