El edificio cuenta con diversos elementos en las fachadas exteriores, labrados en roca caliza, entre ellos, cuatro pináculos en las esquinas de la cubierta, por encima de la cornisa, y una hornacina con una escultura de bulto redondo de una virgen en el lado izquierdo de la fachada principal.

En el lado derecho, hay un escudo de armas, y en la parte alta, por encima de la cornisa, una espadaña. Estos elementos han permanecido ocultos durante más de 20 años, debido al deterioro de la piedra caliza y a las numerosas intervenciones, de dudosa eficacia, que se han realizado en el pasado.

De todos ellos, el Ayuntamiento ha decidido actuar solo en uno de los pináculos y en el escudo de armas, situado sobre la puerta del edificio. Según ha explicado el Consistorio, se ha retirado la capa de pintura y consolidado la piedra a la vez, al tiempo que se han eliminado las sales solubles y se han tratado las plantas, musgos y líquenes.

Después, se ha procedido a reintegrar las zonas perdidas más importantes y significativas a nivel estético y se ha afianzando su conservación. Por último se han entonado los morteros nuevos y se ha protegido la superficie pétrea con un producto hidrófobo.

En la reforma acometida sobre la puerta principal se han eliminado las capas de barnices oxidados y la pintura que cubría la madera. También se han tratado los elementos metálicos como tachuelas o el llamador.

Por último, se ha teñido y barnizado y se ha encargado la reproducción de los elementos que faltan, similares a los originales. En el interior del edificio se ha instalado un aseo accesible en la planta baja, con un cambiador para personas con alto grado de discapacidad. También se ha colocado una nueva red de extinción de incendios y mejorado la ventilación de la sala de exposiciones.

Además, se ha cambiado el cuadro de control de calefacción e instalado termostatos de zona para mejorar el confort térmico. En la segunda planta se ha acondicionado el pavimento actual de tarima e instalado varias puertas de cristal.

El Ayuntamiento tiene previsto que a esta reforma le siga una segunda en la que se terminará de restaurar por completo el edificio. Para esa intervención se ha proyectado la apertura de una salida de emergencia en la fachada contando para ello con la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, así como la modificación del ascensor, para hacerlo plenamente accesible.