Tras 12 días trabajando sin descanso en el rescate del pequeño Julen, los ocho mineros de la Brigada de Salvamento — desplazados desde Asturias— accedieron este jueves al pozo para iniciar la excavación de la galería horizontal que conectará con el punto donde se cree que está el menor de dos años.
Los mineros, que trabajan en parejas a 71 metros de profundidad —con picos, palas y martillos hidraúlicos— y en turnos de media hora, han necesitado tres voladuras controladas por la dureza de la roca.
El equipo de salvamento está llevando a cabo la fase final del rescate del pequeño Julen y la más peligrosa de este dispositivo en el que participan, además, efectivos de la Guardia Civil y del Consorcio Provincial de Bomberos.
Los ocho mineros integrantes de la Brigada de Salvamento Minero de Asturias
Sergio Tuñón
Al frente del equipo se encuentra el ingeniero Sergio Tuñón, que cuenta con una amplia experiencia en rescates —como el del minero fallecido en Degaña en 2015— y es el encargado de supervisar el dispositivo para que ninguno de sus compañeros sufra riesgos innecesarios.
Adrián Villaroel
Especialista en rescates, Adrián Villaroel es riguroso y preciso; y es de las últimas incorporaciones a la Brigada.
Antonio Ortega
Ingeniero técnico. Tras trabajar en el pozo de Santiago, se incorporó a la Brigada hace un año aproximadamente.
Rubén García
Minero y rescatista. García tiene grandes cualidades físicas y se incorporó a la Brigada, también, en la presente década.
Jesús Fernández Prado
Con grandes aptitudes físicas, Jesús Fernández cuenta con una gran experiencia en la mina al llevar más de 10 años en la mina, muchos de ellos con Sergio Tuñón.
Maudilio Suárez
Especialista en rescates. Lleva con Tuñón y con Fernández muchos años. Los tres participaron en el rescate del espeólogo vasco, José Gambino, en junio de 2017.
José Antonio Huerta
Especialista en trabajos en profundidad. En el año 2009 se incorporó a la Brigada tras trabajar para la empresa allerana Coto Minero Jove.
Lázaro Alves Gutiérrez
La mina marcó la vida de Lázaro Alves, en 1995, al morir su padre en uno de los peores accidentes del carbón: el del pozo de San Nicolás. Por ello, Alves se convirtió en rescatista para velar por la seguridad de quienes cada día se jugan la vida en la mina.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios