El archivo del poeta Leopoldo de Luis recuerda sus raíces vallisoletanas a través de la "herida"

  • La muestra 'Leopoldo de Luis. El poeta herido' conmemora el centenario del nacimiento del artista de raíces vallisoletanas -aunque naciera en Córdoba en 1918 por circunstancias laborales paternas-, al tiempo que propone un recorrido de la historia española de los años 30 a través de documentos como fotografías, poesías, cartas y grabados.
Carlos Martín Aires, Jorge Urrutia y Antonio Piedra.
Carlos Martín Aires, Jorge Urrutia y Antonio Piedra.
EUROPA PRESS
Carlos Martín Aires, Jorge Urrutia y Antonio Piedra.

En la inauguración de la misma, que permanecerá abierta hasta el 24 de febrero, han estado presentes el catedrático e hijo del poeta, Jorge Urrutia; el director de la Fundación Jorge Guillén, Antonio Piedra; y el comisario de la muestra, Carlos Martín Aires.

El director de la Fundación Jorge Guillén, que atesora el archivo literario de Leopoldo de Luis, ha insistido, en declaraciones recogidas por Europa Press, sobre la "necesidad" de esta muestra, en "tiempos de tendencia al olvido" con el fin de "recordar y recuperar la figura de un vallisoletano ejemplar, así como la de una de las figuras más importantes de la generación del 36".

Asimismo, Piedra ha elogiado los valores de "libertad, convivencia y democracia" que encarnaba Leopoldo de Luis, una persona "cercana a pesar de la herida que llevó sobre sus hombros", pues ha recordado que las secuelas tanto físicas como sentimentales que le causó la Guerra Civil.

Según ha apuntado el comisario de la muestra, precisamente fue esa herida la que le concibió como tal a Leopoldo De Luis y para reforzar esta idea, ha citado uno de sus versos: "La poesía lírica es respirar por la herida".

Aquella guerra, vivida por los jóvenes de esa época como una cicatriz "marcada a fuego", determinó muchas circunstancias de la vida posterior de Leopoldo de Luis.

Alumno de Narciso Alonso Cortés, De Luis, quien inició su vocación lírica en Valladolid, retomó su relación con esta ciudad cuando, en 1946, tras la guerra y el periplo de cárceles y campos de trabajo, publicara alguno de sus poemas en la revista Halcón, al mismo tiempo que facilitaba la aparición en dicha revista de las 'Nanas de la cebolla', de su amigo Miguel Hernández, ha apuntado su hijo.

"Siempre es difícil para un hijo hablar del padre", ha confesado Urrutia, quien ha expresado su "satisfacción personal" por no haberse encontrado con nadie que tuviese una mala palabra para su padre. "Otro tema es que su obra guste más o menos", ha bromeado.

De este modo, el archivo de Leopoldo de Luis, donado por sus herederos a la Fundación Jorge Guillén, constituye un testimonio esencial para la historia de la literatura española del siglo XX y de su vinculación con Valladolid.

Además de sus manuscritos o de sus libros, destaca también el valor de una correspondencia mantenida con todos los poetas importantes de su tiempo, en España y en el exilio, sobre todo con los forjadores de la llamada "poesía social". Del mismo modo, su colección de revistas de preguerra y posguerra, en las que él mismo participó con intensidad, compone un "verdadero monumento" de la poesía española del siglo pasado.

RELACIÓN CON FRANCISCO UMBRAL

Por otro lado, Jorge Urrutia ha confesado que su abuelo paterno, Alejandro Urrutia, en una aventura con su secretaria, concibió al escritor Francisco Umbral, quien fraguó una "estrecha amistad" con Leopoldo De Luis cimentada en el Café Gijón de Madrid.

No obstante ambos tardaron varios años en conocer la verdadera naturaleza de su parentesco, pues eran hermanos de padre, un tema del que, sin embargo, jamás llegaron a hablar en una conversación cara a cara.

Asimismo, Urrutia ha revelado la curiosidad genética que le produce este asunto, pues ambos, sin saber su parentesco, resultaron ser dos escritores de éxito.

DATOS BIOGRÁFICOS

Leopoldo de Luis está considerado como uno de los poetas sociales más importantes de la posguerra española. Nacido en 1918, pasó su infancia en Valladolid hasta que, a los diecisiete años, se trasladó a Madrid. Desde 1937 su creación lírica comprende más de treinta títulos, entre los que destacan Romance, Alba del Hijo (1946), Huésped de un tiempo sombrío (1948), Juego limpio (1957), La luz a nuestro lado (1964), Igual que guantes grises (1979), Una muchacha mueve la cortina (1983) y Del temor y la miseria (1985), entre otros.

Colaborador en revistas literarias como Espadaña, Cántico, Ínsula, Papeles de Son Armadans, Poesía española o Revista de Occidente, este poeta, antropólogo y ensayista destaca, a su vez, por su trabajo en el campo de la crítica literaria. Autor, entre otros títulos, de Antonio Machado, ejemplo y lección (1975) y Vida y obra de Vicente Aleixandre (1978), de Luis fue galardonado con multitud de premios como el Ausias March en 1968, el Nacional de Literatura en 1979 o el Premio Nacional de las Letras Españolas en el año 2003. Falleció en noviembre de 2005 en Madrid.

Leopoldo Urrutia de Luis, más conocido como Leopoldo de Luis, era hijo del abogado Alejandro Urrutia, que al año de nacer su familia se trasladó a Valladolid, donde el futuro poeta vivió hasta los diecisiete años, cuando emigró a Madrid para estudiar Magisterio. Allí vivió trabajando en un puesto burocrático de la empresa privada.

Al estallar la Guerra Civil, se alistó en el ejército republicano y profundizó su amistad con Miguel Hernández, a quien había conocido ya en 1935.

Está considerado como uno de los representantes de la poesía de la posguerra española. En febrero de 1988 recibió un homenaje de sus amigos, por sus 40 años de labor literaria. En el año 2004 fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía. Murió en 2005.

Empezó escribiendo una poesía de la condición humana, de fuerte contenido existencialista (leyó profundamente a Jean Paul Sartre y Albert Camus) y social; a lo largo de su obra se fue afirmando una aguda conciencia del tiempo y la muerte y una posición esencialmente humanista.

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