Así lo ha señalado, en declaraciones a Europa Press, la concejala de Medio Ambiente del Consistorio pontanés, Dolores Franco Sánchez, quien ha explicado que, como consecuencia de la molturación de la aceituna, suelen producirse, en la zona de Casariche (Sevilla), vertidos de alperujo por parte de empresas oleícolas "al río Yeguas, que desemboca en el Genil" y llegan hasta el municipio.

Dado que en los últimos años ésta es una tónica habitual, desde el Consistorio se han mantenido varias reuniones con responsables de la CHG, la última de ellas "el pasado diciembre, con el presidente de la Confederación y con la asistencia del alcalde" pontanés y de la propia edil de Medio Ambiente, con el objetivo de que se ponga fin a esta situación.

En esa última reunión, desde la CHG se aseguró que "se iban a tomar medidas, en cuanto a vigilancia" de la zona donde se producen los vertidos, para "localizar y sancionar" a las empresas oleícolas responsables, "incluso con denuncias ante la Fiscalía", pero este último vertido ha evidenciado que las medidas que se hayan podido adoptar no están siendo suficientes, a juicio del Consistorio pontanés.

Lo que ahora espera el Ayuntamiento de la CHG es que, además de ejercer un mayor control, para evitar nuevos vertidos, autorice desembalses para rebajar el efecto contaminante de este último vertido, que vuelve el agua del Genil de color negro y con mal olor.