IU se erige como bisagra para Madrid en una negociación "sin vetos"

  • La federación madrileña inicia una ronda de conversaciones para impulsar una lista "unitaria".
  • Podemos mantiene su intención de concurrir con la izquierda, al margen de Errejón.
  • OPINIÓN: Crisis de Podemos.

IU Madrid quiere jugar un papel protagonista en la crisis de la izquierda. Sus dirigentes intentan restituir los puentes que pablistas y errejonistas han dinamitado con el estallido de su larvado enfrentamiento. El objetivo: ofrecer una única candidatura a los electores que se sitúan a babor del PSOE. "Nadie está en condiciones de enrocarse", explica a 20minutos el secretario general del Partido Comunista de Madrid (PCM), Álvaro Aguilera.

Solo 24 horas después del anuncio de Íñigo Errejón, la cúpula madrileña de IU se comprometió a ser el "pegamento" de una "izquierda maltratada por las inacabables cuitas internas de otras fuerzas". Sus mandos, capaces de hablar a cualquier banda, trabajan ya "desde cero" y han iniciado una ronda de contactos. A la espera de una respuesta de Podemos –que mantiene su idea de concurrir al margen del errejonismo–, ayer, consensuaron con Equo "desatascar la situación" bajo el esquema de la lista única. El partido quiere cerrar las conversaciones del deshielo esta semana. "No hay mucho más tiempo", apremia Aguilera.

Una semana de conversaciones

Antes de que se deban registrar las candidaturas (en abril) o de que Carmena y Errejón celebren sus primarias (en febrero), IU tiene una cita marcada en rojo: Hacer Madrid. El domingo se celebrará en Arganzuela el segundo encuentro de este foro que, pese a las turbulencias, reúne a todas estas sensibilidades en torno a la elaboración de un programa común. El partido fía mucho a este espacio de "construcción desde abajo" y sin siglas, al que acudirá algún delegado de Errejón. "Tenemos que evitar a toda costa que vayamos a dos candidaturas", reclamó ayer la portavoz en la Asamblea Clara Serra, afín al ahora candidato de Más Madrid.

Mientras la estrategia de Manuela Carmena recibía el respaldo de Ada Colau, la llamada a "calmar las aguas" recorría el Congreso. "No tiramos la toalla", afirmó Alberto Garzón, quien pidió "sumar y no dividir" pese a ver "difícil" la misión de la federación madrileña. "No se veta a nadie", alentó Sol Sánchez, que se ofreció a negociar con el exparlamentario.

Pero la formación morada no afloja. Sin candidato ni calendario, ayer, Irene Montero defendía la "utilidad" de Unidos Podemos como "herramienta" política. Su entorno confía en la vigencia del pacto entre Pablo Iglesias y Garzón firmado hace un año para ir juntos a las urnas y blanden los acuerdos alcanzados en algunos municipios. En IU Madrid miran de reojo las negociaciones en la capital y recuerdan que hoy hay "más actores" ("también en la derecha", alertan). "Hay que alcanzar un proceso democrático que desborde a las organizaciones, que trascienda el marco de Unidos Podemos", lanza Aguilera.

El referente del fracaso de García Montero

En la mente de todos está el escrutinio de 2015. Hace cuatro años, IUCM y el poeta Luis García Montero se quedaban a poco más de 25.000 votos de superar el umbral mínimo para obtener representación en la Asamblea, fijado en el 5%. Como consecuencia, la izquierda no sumó y Cs dio cuatro años más de gobierno al PP, en el poder desde 1995.

Entonces, la situación se parecía a la de ahora: la unidad había saltado por los aires solo unos meses antes con la irrupción de Podemos (que se hizo con el 18,6% de las papeletas) y la marcha de IU de su candidata, Tania Sánchez para crear un nuevo partido. Hoy, en caso de concurrir por separado, pablismo y errejonismo se ven capaces de sobrepasar ese umbral. Y los votos de IU, con una estructura asentada en la región, se vuelven todavía más indispensables.

Quizás por eso, el socialista Ángel Gabilondo, favorito en algunos sondeos, quiso dejar patente ayer su "preocupación" ante una posible fragmentación: "Si no somos capaces de aglutinar fuerzas, ganarán otros", advirtió.

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