El debate entre los candidatos a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, se llevó en TVE 1 un excelente 36,4% de la cuota de pantalla, lo que aportó a la cadena pública nada menos que 8.017.000 espectadores.

Sin embargo, el mismo debate no tuvo igual tirón en las otras dos cadenas que lo retransmitieron. La cobertura que hizo Cuatro del evento sólo llegó al 10,7% y 2.360.000 espectadores. Sólo el 5,9% y 1.311.000 televidentes conectaron con La Sexta para ver el cara a cara.

En total, 10.701.000 espectadores siguieron el debate por las cadenas generalistas. Si a eso le sumamos otras 700.000 personas que lo vieron en las cadenas autonómicas, en total más de 13 millones de espectadores siguieron el cara a cara, lo que significa que más de la mitad de las personas que estaban viendo la televisión en ese momento habían elegido el contenido político.

De esta forma, el debate Zapatero-Rajoy se convierte en la cuarta emisión más vista de la historia de la televisión, sólo por detrás del especial Eurovisión: ha llegado el momento, emitido el 25 de mayo de 2002; los penalties que decidieron el ganador del partido de Champions League Valencia-Bayern de Munich y el programa especial posterior a la consecución de la séptima Copa de Europa del Real Madrid.

Los candidatos empezaron guardando las formas y terminaron en un constante cuerpo a cuerpo, según hace ver nuestro experto en análisis político, Juan Carlos Escudier. El primer debate en quince años entre los dos aspirantes a presidir el próximo gobierno estuvo plagado de descalificaciones personales y acusaciones mutuas de haber mentido.

Zapatero fue de más a menos, mientras que Rajoy recorrió el camino inverso. El empate hizo justicia a los méritos de uno y otro, dicho sea en el lenguaje del Carrusel Deportivo.