Cinco grandes fotógrafas contemporáneas se unen para la exposición 5 miradas, 5 mujeres, abierta hasta el 15 de febrero en la galería madrileña Ansorena. La muestra nos invita a descubrir una selección de instantáneas que aúna el trabajo de estas icónicas artistas con un único nexo en común: "Que son mujeres y fotógrafas", afirma la directora de la galería, Cristina Mato. "Todas ellas hacen capturas sobre temas que les interesan, unas más críticas y otras más documentales", apunta.

En el lado crítico se sitúa Rosa Muñoz (Madrid, 1963) con sus "fotografías ficcionadas". Así, en la serie Paisajes del futuro reprocha la pérdida de identidad de las ciudades a causa de la globalización. "Da igual que estemos en París o en Madrid porque el tejido de la ciudad ha desaparecido. Los pequeños establecimientos en los que comprábamos, hoy en día son centros comerciales", lamenta la artista.

También expone Casas, donde representa "la memoria histórica con una fuerte crítica social a cómo se vivía en los años 60 durante el franquismo", explica. En su continuación, El bosque habitado, la fotógrafa parte de una imagen documental y la recrea desde un punto de vista metafórico.

Por su parte, Isabel Muñoz (Barcelona, 1951) se atreve con ambos registros. Su proyecto Agua, unas imágenes tomadas bajo los mares del Mediterráneo y Japón, critica la destrucción de los océanos. La catalana captura a modelos envueltos en plásticos de invernaderos, simulando que bailan en mitad del mar. Con Etiopía demuestra su doble talento, pues esta serie tomada en blanco y negro refleja de forma documental las expresiones más sinceras de los niños africanos.

Algo parecido a lo que encontramos en la obra de Ana Palacios (Zaragoza, 1972), "sin duda la más documental de todas –afirma la directora de Ansorena–. Sus fotos no son críticas, al revés, son dulzura". Porque si la imagen de unos Albinos en África y de Niños esclavos debería suscitar tristeza, Palacios logra sacar la parte bella a estas duras realidades.

Y lo hace por una razón: "Creo que hay mucha anestesia ante las imágenes dolorosas y, a veces, para conectar con estos dramas, quizá una imagen amable pueda ser más eficaz", afirma la fotógrafa y periodista, quien pone el foco de su trabajo en dar visibilidad a las vulneraciones de los derechos humanos.

A quien no debemos catalogar es a Ouka Leele (Madrid, 1957), Premio Nacional de Fotografía en 2005. Esta artista polifacética nos trae cinco fotografías soñadoras que recorren toda su carrera profesional. Con un amplio registro, nos lleva a contemplar desde paisajes de 1976 a desnudos del 2007. "El denominador común de todas ellas soy yo y mi mundo interior", explica Leele.

Bajo la mirada de Concha Pérez (Valladolid, 1969) nos encontramos con fotos que invitan al espectador a imaginar. Mientras que en Lo que nos queda (2008) muestra espacios que fueron habitados, en Play Room (2011) crea atmósferas ficticias que constituyen metáforas.

«Lo bonito de la exposición es que entras y ya ves estética», dice Mato sobre estas 25 instantáneas que trasladan a distintas épocas, países y causas esenciales para cada una de las fotógrafas.