Una comensal de 'First Dates' descarta a su cita nada más entrar al restaurante

  • Antonia acudió al programa buscando una pareja estable tras 11 años con el padre de su hijo.
  • Dani quería encontrar el amor porque no había tenido mucha suerte.
Antonia, en 'First Dtes'.
Antonia, en 'First Dtes'.
CUATRO
Antonia, en 'First Dtes'.

El programa de este jueves de First Dates vivió una de sus citas más breves que se recuerdan, la de Antonia y Dani. La barcelonesa, de 26 años y madre de un niño de 9 , tenía claro desde el principio que su visita al restaurante de Cuatro era "para buscar una relación estable", tras estar 11 años con el padre de su hijo. Y añadió en su carta de presentación que "para saber si un chico quiere algo serio conmigo o no, estamos un mes sin tener relaciones. Si lo aguanta, es que lo quiere; si a la semana te está pidiendo acostarte, es que solo desea sexo de ti", dijo la pescadera.

"Lo primero en lo que me fijo es en el físico. Si me entra por la vista, luego ya conozco a la persona", reconoció Antonia. En ese momento llegó su cita de este jueves, Dani, un soldador de 35 años que admitía que "no he tenido mucha suerte en el amor, he vivido engaños, decepciones... Pero de todo se aprende. Siempre intento ver el lado positivo de las cosas, porque el mundo está lleno de cosas negativas".

Pero nada más sentarse en la barra, Antonia, desde la mesa, le hizo claros signos a Lídia Torrent de que no quería cenar con Dani. "No me gusta nada, cero", le dijo. Y añadió: "Fisicamente no me gusta, tiene barriga y esta gordito. A mí me me gusta que se cuiden". Mientras, el barcelonés, de espaldas a lo que ocurría, esperaba a que le llevaran a la mesa a cenar con su cita a ciegas.

Finalmente fueron donde estaba la pescadera, Dani se sentó y Lídia le volvió a preguntar si Dani le gustaba: "me parece un chico majo, pero no es mi tipo", contestó la barcelonesa. "No se parece a ninguno de mis ex, que han sido altos, entre 1,80 y 1,85, fuertes y muy guapos de cara, como Ken. Encima, lleva un jersey de lana que se ciñe al cuerpo y que te marca más los michelines, no me gusta como viste", sentenció.

Finalmente, Antonia decidió no cenar con el soldador, que, apenado, reconocía que "me ha fastidiado que me rechazara porque me atraía fisicamente y quería probar algo más, pero si no te dan la oportunidad....". Ambos reconocieron que les gustaría volver a intentar encontrar el amor en el programa, pero cada uno por su lado.

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