Pocos han sido los conflictos sociales en los que no ha mediado. Desde que arrancó definitivamente el servicio, ahora hace un año, la oficina del Defensor del Ciudadano ha sido la casa de todos.

Hasta allí fueron los rumanos desalojados del Zaidín, la asociación contra el ruido, los inmigrantes que denunciaron haber sido agredidos por policías locales... En este tiempo, cerca de dos mil personas han recurrido al Defensor del Ciudadano, Melchor Sáiz-Pardo, en busca de ayuda.

La mayoría de los casos atendidos tienen que ver con el urbanismo: obras en calles, problemas en viviendas, casas en ruinas o disputas en el seno de las comunidades de propietarios.

«Aquí les escuchamos y, en función de cada caso, nos ponemos en contacto con una u otra administración para resolver el problema que nos plantean», comenta Sáiz-Pardo.

También a la oficina han llegado nueve casos de asustaviejas, la mayoría procedentes del Albaicín. «La colaboración -añade el Defensor- de los servicios sociales es imprescindible para que este servicio cumpla su cometido, que es ayudar a la gente».

Respuesta de las administraciones

Las quejas por multas de tráfico también son frecuentes. En este sentido, Sáiz-Pardo señala que «tenemos que conseguir que las administraciones contesten siempre las reclamaciones de los ciudadanos».

El ruido en la ciudad, los malos olores, la contaminación del aire y molestias por mascotas completan la lista de las denuncias recibidas en el servicio, que atiende una media de cuatro consultas rápidas al día y mantiene abiertos 636 expedientes.

Coordinación andaluza

Los primeros resultados han animado a los defensores locales andaluces a crear una red que coordine la labor de dicha figura en la región. Precisamente, Granada acogerá en abril la próxima reunión de los defensores andaluces.

El nuestro atiende las solicitudes y quejas en la sede (plaza del Carmen), en www.defensorciudadanogranada.es ; y en el 958 246 946. Con una clave puede consultar en Internet el estado de su expediente.