En la rueda de prensa para presentar el resultado de la convocatoria del concurso de ideas para el entorno urbano del Monumento a los Caídos, Asiron ha puesto de relieve que el juzgado ha considerado que "la orden de clausura de la cripta, atendiendo a su consideración como lugar de enterramiento y exhumación, fue adoptada por el órgano competente para ello, el Ayuntamiento, que es el propietario del edificio, y con consentimiento expreso del Arzobispado, sin vulneración normativa alguna".

"El juzgado viene a confirmar que el Ayuntamiento llevó a cabo el proceso con total legalidad", ha destacado el alcalde, quien ha defendido que se trató de un proceso "perfectamente planificado y ejecutado, en el cual se contó con las personas e instituciones afectadas, Ayuntamiento y Arzobispado, y se contó con el conocimiento y en algunos casos el beneplácito expreso de las familias afectadas".

Además, ha puesto de relieve que la exhumación se llevó a cabo por "un equipo científicamente excepcional como es el equipo de Francisco Etxeberria". Y ha incidido en que el proceso "cumplía todas las garantías desde el punto de vista legal, científico y personal", algo de lo que, según ha dicho, "nos tenemos que felicitar".

Asiron ha explicado que contra la resolución judicial "cabe algún tipo de recurso", pero ha afirmado que "más allá de la sentencia está por encima de todo el sentido común". "Pensar que hoy en día puede haber un juzgado que avale volver a enterrar a una persona con honores militares, una persona que tiene bajo sus espaldas crímenes como los que cometieron estos dos generales, es algo que ataca el más elemental sentido común", ha sostenido.

El alcalde ha puesto de relieve que Pamplona "se situó en materia de Memoria Histórica en la vanguardia de las ciudades del Estado" y

ha afirmado que esta posición "marca un camino más allá de lo judicial en otro tipo de aspectos morales, incluso democráticos".

"La sociedad de Pamplona entendió que una serie de personas que estaban gravemente incriminadas incluso en crímenes de lesa humanidad no podían estar enterradas en un lugar con honores y esa es la gran lección que se irradia al resto del Estado", ha valorado Asiron, para quien las exhumaciones en Pamplona pueden ser "un apoyo moral y un camino a seguir" para el resto del país.