En su escrito de conclusiones provisionales, la fiscal solicita cinco años de prisión para el acusado por un delito de homicidio por imprudencia grave y otro de omisión del deber de socorro. Además, pide que el procesado indemnice, con la responsabilidad civil directa de la compañía de seguros y la responsabilidad civil subsidiaria de su madre -titular del vehículo- a los familiares de la víctima con 184.741 euros.

Por su parte, la acusación particular eleva la petición de pena a 10 años de prisión y añade el delito de conducción temeraria, mientras que la defensa del acusado pide seis meses de prisión por un delito de omisión del deber de socorro.

Según la fiscal, los hechos sucedieron el 1 de octubre de 2017, cuando el acusado circulaba con un turismo por el carril derecho y se detuvo en un semáforo de la plaza María Agustina. Al ponerse éste en fase verde, "faltando a las más elementales normas de cuidado y con absoluto desprecio hacia los demás usuarios de la vía", aceleró "bruscamente" el vehículo, cambiando precipitadamente al carril izquierdo, recortando la trayectoria a otro vehículo pararelo al suyo, el cual tuvo que parar ante la "veloz y arriesgada maniobra".

En ese momento, según relata el ministerio público, el peatón cruzaba la vía sin que el acusado, "en su precipitada y alocada trayectoria", se percatara de ello y lo atropelló, con tal "virulencia" por la "elevada y absolutamente inapropiada" velocidad que llevaba que hizo que la víctima saliera desplazada por encima del vehículo del acusado y cayera "bruscamente" contra el suelo y falleciese al día siguiente. Tras el atropello, el acusado se ausentó "precipitadamente" del lugar, sin prestar ayuda.

CONTRADICCIÓN

El acusado, durante su declaración, ha negado que cuando el semáforo se puso en verde él cambiara de carril, a lo que la fiscal ha advertido una contradicción, señalando que en fase de instrucción dijo lo contrario, por lo que se ha incorporado dicho testimonio.

Así mismo, el procesado ha señalado que él no obligó al otro vehículo a frenar y que se dio cuenta del peatón cuando "prácticamente lo tenía encima". El acusado, que ha indicado que no circulaba a más de 40 kilómetros por hora, ha manifestado que el peatón se "abalanzó" contra su vehículo.

El procesado ha relatado que cuando se produjo el atropello él iba por su carril y "respetando las normas de circulación". Así mismo, ha indicado que se quedó "muy aturdido" y no se lo podía creer, y que se marchó del lugar porque tenía miedo, aunque se arrepiente de ello.

Por su parte, la conductora del coche que circulaba en paralelo al del acusado ha relatado que cuando el semáforo se puso en verde el procesado aceleró "más de lo normal" y se cambió de carril, obligándola a frenar, y posteriormente arrolló al chico que estaba cruzando. El marido de esta testigo, que iba de copiloto con ella en el momento de los hechos, ha declarado en el mismo sentido, aunque no recuerda si su mujer tuvo que frenar o disminuir la velocidad cuando el acusado se cruzó de carril.

Algunos de los agentes de la Policía Local que han declarado este lunes han revelado que lograron identificar el coche del acusado tras visionar imágenes de cámaras instaladas en el lugar y que lo encontraron estacionado mientras patrullaban.

Además, han señalado que el vehículo presentaba daños en la parte delantera y tenía una parte como si hubiese sido limpiada. Dos agentes han manifestado que el acusado les manifestó que una persona se había abalanzado sobre su vehículo y que se había ido del lugar por miedo. El juicio continuará este martes con la prueba pericial.