La Policía sospechó desde el primer momento que el culpable del crimen de Salesas era alguien de su entorno

  • Los agentes que investigaron el asesinato de un hombre cuyo cadáver fue localizado en el cuarto de basuras del edificio de Salesas de Oviedo en el mes de junio de 2017, han indicado que desde el principio llegaron a la conclusión de que el asesino debía estar en el entorno de la víctima y de la que había sido su compañera de piso. "Todo parece apuntar a un crimen pasional sin descartar el económico", ha declarado uno de los agentes.
El acusado del crimen de Salesas durante la primera jornada de juicio.
El acusado del crimen de Salesas durante la primera jornada de juicio.
EUROPA PRESS
El acusado del crimen de Salesas durante la primera jornada de juicio.

Los investigadores han destacado que el fallecido "bajó de su casa dejando la luz dada y sin su prótesis", lo que indica que "sólo pudo bajar para quedar con alguien a quien conocida y subir un momento porque además no bajaba la basura él". Además en la primera declaración que se tomó a la hermana del fallecido esta ya advirtió que la víctima había estado amenazada.

Sobre la posterior inculpación de un joven como autor de los hechos, la policía ha manifestado que "en todos los temas relevantes existen noticias falsas por asuntos de venganzas, en este caso hubo dos, que se investigan y lo único que sirvió fue para perder el tiempo".

Así ha explicado que en este caso el portero del edificio recibió un anónimo en el que se decía conocer quien era el asesino; después un chico se presentó en comisaría con su padre para decir que él era el asesino El chico resultó tener problemas psiquiátricos. "En la policía se ven cosas muy extrañas prácticamente a diario", ha dicho el inspector de policía Jefe de la Judicial.

Respecto al arma blanca, un cuchillo de cocina con el mango roto, aparecido a lado del cadáver "no se encontró ningún tipo de AND, ni huellas ni nada de ninguno de los dos -ni víctima ni acusado-". "En los análisis hechos a este arma no había restos por eso se desechó como arma homicida", ha explicado el investigador que también ha indicado que la cartera de la víctima se localizó en un posterior registro domiciliario.

Ha explicado que el acusado "les dijo en un primer momento que no había salido del domicilio, pero fue al decirle que había cámaras si reconoce que estuvo en el inmueble". También han indicado que a las horas en las que se ve al procesado picar en el telefonillo del inmueble la vecina a la que dice que iba a ver si estaba en su casa, pero no lo estaba el hombre que fue asesinado que llegó pasadas las 22.00 horas.

En el juicio que se celebra con jurado popular los agentes han explicado que las cámaras no captaron al acusado entrando por la tarde en el edificio, tal y como declaró una vecina.

El único acusado por el crimen, J.M.F, se enfrenta a una pena de 25 años de prisión por un delito de asesinato. Fiscalía pide igualmente la medida de libertad vigilada durante 10 años, que incluiría la prohibición de residir en Asturias durante ese periodo de tiempo e indemnización con 30.000 euros a la hermana del fallecido. Por su parte la acusación particular ejercida por la hermana de la víctima reclama 25 años y una indemnización de 50.000 euros.

Por su parte la defensa, ejercida por el letrado Luis Tuero, pide la libre absolución del acusado al considerar que el mismo es inocente de los cargos que se le imputan. El letrado ha destacado además que "su defendido es un cabeza de turco". "Hay algo sórdido y lúgubre en todo esto, quién es este señor, a quién le importa", se ha preguntado el letrado de la defensa.

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