Las componentes de la Corte de Honor de la Fallera Mayor lucieron con elegancia el blusón de color rosa, entre los más de 1.400 participantes acreditados, de las más de 380 comisiones, que recorrieron las calles de la Paz y San Vicente hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento, con final pirotécnico.

Ajenos a la polémica por el uso de la pólvora por parte de menores, que hace unos meses se pretendió prohibir por una interpretación errónea de una directiva comunitaria, se pudo ver ayer por las calles de Valencia a numerosos niños acompañados por sus padres y explotando los tronos de bac.

Tras la intensidad de la pólvora tirada por los festeros contra el suelo, que siguieron centenares de vecinos desde los balcones, llegó  la mascletà. Pirotecnia Valenciana realizó un «espectacular» final acompañado de bombardeo aéreo que duró algo más de medio minuto.

Y tras la puesta del sol, con paraguas se vivió la emocionante cridà.