A pesar de que España entra en su quinto año de crecimiento económico, las cuentas de la Seguridad Social seguirán siendo deficitarias en 2019 y el sistema necesitará otra inyección estatal para afrontar las pagas extraordinarias de verano e invierno.

El Estado, según fuentes del ministerio de Trabajo, pondrá este año otros 15.164 millones de euros a disposición del sistema en forma de crédito del Tesoro, una medida que ya tomó en dos ocasiones el Gobierno de Mariano Rajoy porque los ingresos por cotizaciones no daban para afrontar las prestaciones.

El agujero del sistema será este año del -0,9% (unos 11.000 millones), según la estimación del plan presupuestario presentada el pasado viernes. Los ingresos por las cotizaciones volverán a ser incapaces de cubrir tal factura, sobre todo teniendo en cuenta que la prestación aumentará un 1,6%, entre otras subidas a colectivos como las viudas o pensiones no contributivas. En total, habrá que pagar 153.864 millones de euros, una cifra histórica para el sistema de la Seguridad Social.

Tanto el Ejecutivo popular como el socialista han intentado evitar en los dos últimos años la imagen de 'hucha vacía' en el Fondo de Reserva; una especie de colchón creado por el gobierno de Aznar a comienzos de siglo que llegó a sumar 66.815 millones de euros en 2011 y que fue encogiendo a medida que se necesitaba tirar de ella para pagar las pensiones durante la crisis que dejó a millones de personas en la calle, devaluó salarios e hirió las cotizaciones.

La hucha guarda ahora poco más de 5.000 millones, una cantidad insuficiente para pagar siquiera una de las dos nóminas extra anuales. De ahí que en 2019, por tercer año consecutivo, el Estado deberá inyectar dinero en el organismo.

El primer préstamo que tramitó la exministra Báñez, allá por enero de 2017, ascendió a 10.192 millones. El segundo, el año pasado, fue de 15.164 millones divididos en un préstamo del Tesoro de 13.830 millones y una transferencia de 1.334 millones. Este año, se repite la misma cifra. El préstamo no devenga intereses y su cancelación se producirá en un máximo de diez años a partir de su concesión.

"Será una cantidad similar porque es parte de la prórroga de los presupuestos del año pasado", explican las citadas fuentes del ministerio. Es decir, que como no se han aprobado los Presupuestos de 2019 antes de finales de año pasado, las cuentas replican los epígrafes anteriores hasta que los nuevos, si encuentran apoyos en el Congreso en las próximas semanas, entren en vigor.

De momento, el pasado viernes, la ministra de Hacienda Mª Jesús Montero ya avanzó que el Estado transferirá este año 850 millones a la Seguridad Social. "El lunes [por hoy] tendrán cuenta debida de los ingresos y gastos de la Seguridad Social en 2019", dijo el viernes la ministra, durante la presentación del proyecto de Presupuestos. Un plan fiscal que incluye un tope histórico de recaudación de 227.000 millones de euros.