La portavoz del Gobierno de La Rioja, Begoña Martínez Arregui, ha explicado que el objetivo de este documento es "situar a este colectivo, al de niñas, niños y adolescentes, en el centro de la vida política de nuestra Comunidad", para lo que cuenta con un presupuesto de 146.389.266,69 euros. Además contempla un total de 221 medidas.

"El IV Plan de Infancia y Adolescencia se encuentra alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)", ha detallado la portavoz, que como ha explicado "promueven los derechos de la infancia y suponen una oportunidad para proteger a todos los niños y niñas porque garantizar el bienestar de la infancia es una condición esencial para cumplir la Agenda 2030". Además, hacer realidad los ODS es una apuesta por un modelo social y político que pone en el centro a los menores, en especial a los más vulnerables.

Respecto al proceso de elaboración del plan, ha aclarado que se ha diseñado tras la elaboración de la Estrategia en materia de Infancia y Adolescencia del Gobierno regional y cuya redacción se ha desarrollado de forma paralela a la revisión de la nueva Ley de Protección de Menores de La Rioja, con el objetivo de conseguir la máxima coherencia entre ambos instrumentos.

En la creación del plan ha participado un grupo de trabajo dirigido por profesores de la Cátedra Unesco de La Universidad de La Rioja y compuesto por las principales ONG que trabajan con la infancia como son Unicef, Cruz Roja, Ymca, Apir y Pioneros, además de técnicos de las consejerías de Políticas Sociales, Salud y Educación.

PROCESO PARTICIPATIVO

En esta línea, ha resaltado el carácter transversal del texto, que ha contado con la implicación de todo el Gobierno regional, "en concreto, son 17 las direcciones generales que han colaborado en la identificación de políticas de infancia que ya se estaban desarrollando y han marcado objetivos específicos y áreas de actuación", ha afirmado.

Asimismo, para la elaboración del plan se ha llevado a cabo un proceso participativo previo que ha contado con una amplia muestra de niños, niñas y adolescentes que, a través de unos cuestionarios entregados en sus centros educativos y organizaciones a las que pertenecen, han podido expresar sus necesidades y expectativas en relación a los temas que les afectan. "De esta forma, se han convertido en sujetos activos de las políticas públicas, que no sólo se ven representados sino que participan en los procesos que les afectan", ha subrayado.

DOS GRANDES EJES

La portavoz ha indicado que el Plan se articula en torno a dos grandes ejes que aglutinan ocho líneas estratégicas, a partir de las cuales se han definido los objetivos de actuación. El primer eje incluye las líneas estratégicas orientadas a promover el desarrollo integral de los menores y, por tanto, implica el desarrollo de actuaciones directas con niños, niñas y adolescentes, mientras que el segundo eje agrupa las actuaciones dirigidas a reforzar el sistema de atención a los menores.

En ellos, la prevención y la eficacia en la respuesta que los servicios públicos den ante cualquier problema que afecte al menor o a su entorno ocuparán un papel destacado.

En lo que se refiere al primer eje de acción se va a priorizar consolidar el acceso a los recursos de bienestar que garanticen el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes; promover la diversidad y la no discriminación en el diseño y ejecución de las políticas públicas; prevenir y proteger a los niños, niñas y adolescentes de toda forma de violencia y potenciar el aprendizaje y el ejercicio de ciudadanía.

El segundo eje pone el acento en situar a los niños, niñas y adolescentes en las políticas públicas; reforzar la coordinación inter e intrainstitucional; fortalecer la capacitación de todos los agentes que intervienen con menores y mejorar los sistemas de información, investigación y evaluación.

Por último, ha destacado que se van a poner en marcha distintos mecanismos de seguimiento y coordinación para garantizar la participación de las diferentes áreas del Gobierno, de la sociedad civil y de los niños, niñas y adolescentes. Para ello se va a nombrar una persona responsable de la coordinación del plan dentro de la Consejería de Política Social; se va a crear una comisión de seguimiento del plan con participación de técnicos de diferentes áreas del Gobierno, entidades del tercer Sector y la Universidad y, por último, se va a articular la participación de los niños, niñas y adolescentes a través de la creación de mecanismos estables de participación.