Los más de cien inmigrantes bangladelíes y pakistaníes del CETI que hace cinco tres días se declararon en huelga de hambre para conseguir llamar la atención del delegado del Gobierno, continúan durmiendo a la intemperie en la Plaza de España. Pese a esta insólita presencia, la pegada de carteles que marca el inicio de la campaña electoral se realizó en esa misma plaza por parte de los simpatizantes y los candidatos del Partido Popular. El PSOE, sin embargo, optó por cambiar la ubicación realizando este acto electoral en la plaza de las Culturas.

Apoyo del candidato al Senado

En su discurso, el candidato al Senado y presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda aseguró que era lamentable la situación en la que se encontraban ese centenar de inmigrantes e insistió en que este tipo de resultados son los propios de “una política de inmigración totalmente ineficaz” por parte del Gobierno Central. “A veces es bueno plantear políticas que aunque pueden resultar impopulares garantizan la seguridad y el bienestar de los inmigrantes que llegan a nuestro país, tal y como la ha planteado nuestro candidato Rajoy”, explicó Imbroda a los periodistas.

El candidato al Senado tuvo un gesto con este grupo de personas y al término de los actos del inicio de campaña y se acercó para conocer el estado en el que se encontraban. Los inmigrantes quisieron transmitirle al presidente su desesperación ante la falta de respuestas por parte del Gobierno Central para regularizar su situación en España después de llevar esperando en Melilla más de dos años.

Paquistaníes y bangladelíes denunciaron además al presidente que reciben un trato diferente al del resto de inmigrantes acogidos en el CETI de la ciudad autónoma. “Los morenos (refiriéndose a los inmigrantes de origen subsahariano y africanos) salen en dos meses a la península, nosotros llevamos dos años y nada. Queremos que el delegado nos atienda”, explicó Sai Ful, inmigrante de Bangladehs.

Los días que llevan ya acampados estos inmigrantes en la Plaza de España, sin ingerir ningún tipo de alimento, han comenzado a hacer mella en algunos. Los primeros estragos por la falta de comida han empezado a notarse y de hecho, una ambulancia tuvo que asistir a uno de estos inmigrantes tras sufrir una bajada de azúcar. El joven tuvo que ser trasladado al hospital.

No es la primera vez que estos inmigrantes se concentran ante la sede de la Delegación del Gobierno melillense para que se les escuche. En tres ocasiones han enviado un escrito al propio delegado y nunca han obtenido respuesta. De ahí que la huelga de hambre haya sido su manera de pedir explicaciones.

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