Echan por tercera vez a los sin techo de Don Fadrique ante las quejas vecinales

Actuación policial. A las 8 de la mañana llegó 20 minutos. Acababan de despertarse. Cinco horas más tarde intervino la Policía.
Es la tercera vez que lo hace en mes y medio. Les pidieron el DNI y despejaron el improvisado campamento donde viven, comen y duermen desde hace tiempo un grupo de indigentes. Un grupo que tiene en vilo a los vecinos de Don Fadrique, en la Macarena.
 
«No han dejado ni rastro. Todo está limpio. Veremos si no vuelven como ha ocurrido otras veces», dice Emilio  Huisa, trabajador del Ayuntamiento en la zona.
 
Las quejas
 
Los sin techo –algunos días son 8 y, otros, hasta 20– hacen de todo en la vía pública. Duermen en colchones y cartones; hacen sus necesidades; aparcan coches; piden dinero; beben litronas; consumen porros y «hasta hacen el acto sexual», explica Emiliano Granados, a quien le indigna el abandono de la zona pese a que linda con el Parlamento.
 
Los indigentes tomaron la calle «cuando empezó el calor. El olor es insoportable», se lamenta Francisco Correa, vecino de barrio.
 
Desde entonces, las quejas vecinales a la Policía, Lipasam y Distrito Macarena no han cesado. «Siempre nos han atendido de maravilla», explica Juan Rodríguez, presidente de la Asociación de Vecinos Parlamento-Macarena.
 
La solución
 
El grupo acampa justo a las puertas del antiguo hogar de San Fernando. El edificio, abandonado, será transformado en centro cívico, según han confirmado fuentes de Participación Ciudadana.
 
Como las obras comenzarán pronto, el Ayuntamiento ha comunicado a los vecinos que vallarán la acera. Por eso, ellos han suspendido, de momento, la recogida de firmas. «Queremos una solución», dice J.A. Ostos, frutero de la calle Don Fadrique.
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