Londres se une a las ciudades europeas preferidas y Canarias es el destino favorito del que busca sol. Este año, las costas, al menos por los asturianos, se quedarán vacías. «Es marzo y a la gente le da miedo tener mal tiempo», aseguran en Halcón Viajes. Y la explicación que dan los operadores es que desde aquí hay vuelo directo a esos destinos y así pueden aprovechar mejor los cuatro días que tienen de descanso.

La mayoría sale del aeropuerto de Asturias el miércoles 19 o el Jueves Santo, 20 de marzo, y vuelven el domingo. Pero para poder estar el lunes de vuelta hay que contratar el viaje a través de un turoperador y con las compañías aéreas convencionales porque son las que ponen «vuelos charter el domingo», dicen en Minotours.

Para Europa, dos compañías de bajo coste ofrecen sus destinos desde Asturias: a Londres y Berlín, pero a estas alturas el bajo coste ya no lo es tanto. Ir a la ciudad inglesa el miércoles costaba ayer 133,99 euros y la vuelta tenía que ser el sábado por 340,21 o el lunes por 206,21. A Berlín, 228 euros ida y 389 vuelta.

Las agencias de viajes no paran. Dicen que este año, se están contratando las vacaciones antes: «El año pasado era Semana Santa y todavía quedaban plazas, ahora ya casi no queda nada y aún falta un mes para que empiecen las vacaciones».

Los que tienen más tiempo y dinero se van al Caribe o a Estados Unidos, sobre todo a la Riviera Maya y a Nueva York y hay otros que prefieren pasar unos días comiendo bien y viendo las bellezas de las ciudades del interior,  Salamanca, Madrid y Toledo.

Hay otros que se quedan

Miguel Ángel Ruiz se queda. Lo dice apenado, pero «la hipoteca» no le permite salir en Semana Santa. Si por soñar fuera..., se iría «a Londres», dice sin dudarlo. De todas formas se conforma. «Este año la Semana Santa cae demasiado pronto, hace nada fueron las Navidades y no me apetece mucho moverme, además en cuatro días casi no te da para hacer nada». Aprovechará para descansar y «con el sol tan estupendo que hace este año, visitaré la región. Además, seguro que algún amigo se anima a venir a verme esos días», dice resignado.