Además, el pasado lunes emprendió una marcha a pie hasta el Palacio de la Moncloa por la N-601 para exponer al Ejecutivo que «en Valladolid sólo hay una ambulancia de guardia entre las 00.00 y las 8.00». Alicia recorrió una media de 30 kilómetros al día hasta Labajos (Segovia), donde tuvo que detenerse por el cansancio y las heridas de los pies. Aun así, llegó en furgoneta hasta la Moncloa y expuso la situación de la ciudad.

Tras la muerte de su hija Alicia, ha creado una asociación en su memoria que cuenta con una sala que posibilita a los niños y jóvenes tener un lugar para reunirse y jugar al futbolín o al billar, en lugar de estar entre «el peligro» de las vías del tren.

Por su parte, Sanidad asegura que el caso de la joven ya tiene sentencia  y que a la hora en la que murió hay cuatro ambulancias y otras dos de apoyo prestan sus servicios a la ciudad.