Dicen que el dinero no da la felicidad, pero que ayuda. Eso es lo que sucedió en la cita de este jueves en First Dates entre Ana y Giacomo. Al principio, el italiano no convenció mucho a la española, pero que él tuviera un Porsche 911 aparcado en casa y que ella fuera una apasionada del motor, hicieron la magia suficiente para que tuvieran una segunda cita.

Giacomo llegó al programa de Carlos Sobera afirmando que "soy una persona que se entrega al cien por cien cuando estoy enamorado. Me gusta ser detallista y tener siempre a una persona en mi mente".

Por su parte Ana, escolta de profesión, fue más clara: "Soy una disfrutona tremenda, disfruto de todo: del sexo, de la comida, de los viajes... El último fue a Florencia porque me encantan Italia y los italianos", admitió. Y, aunque Ana reconoció que "no me fijo en el físico", al ver a Giacomo comentó que "es un tío físicamente presentable, es de mi gusto, aunque la altura...".

Ya sentados en la mesa comentaron su afición por el mundo del motor, algo que sorprendió al italiano afincado en Huesca: "No es habitual que una mujer conozca todo este mundo del motor, por eso coincidimos mucho". Pero los coches no son la única pasión de Ana, ya que, como ella mismo reconoció: "Me encantan los diamantes, los brillantes no".

Al final, en el reservado, él consiguió besarla, y en el momento de decidir si volvían a verse o no, Giacomo dijo que sí porque "mola un montón". Mientras que a Ana le costó decidirse si volverían a verse o no, aunque al final reconoció que "en un primer momento este hombre me ha gustado muchísimo, pero luego, con el tema de la altura he pensado que podría ser dificultoso para mí, pero si, tendré una segunda cita con él". Y ambos se marcharon a por el Porsche de Giacomo.