Esta operación se ha desarrollado en el marco de una investigación contra el tráfico de drogas a pequeña y mediana escala y a raíz de unas informaciones que apuntaban a que en una vivienda de una urbanización antequerana podría haber un invernadero de marihuana.
La afluencia de personas a la casa en horario de noche, cambios de lugar de aparatos de aire acondicionado y tuberías en el exterior, el ruido de extractores o el tapiado de un garaje levantaron las sospechas, han informado desde la Policía Nacional en un comunicado.
Así, para esclarecer la situación, se estableció un dispositivo que finalizó con un registro en la vivienda el pasado 17 de diciembre y la intervención de 1.098 plantas de marihuana en distintos estados de crecimiento y floración.
Según las pesquisas, la planta baja del chalé disponía de los elementos de ventilación, riego y climatización necesarios para favorecer el crecimiento de las plantas. Los agentes, además, pudieron comprobar que el cultivo estaba conectado de forma fraudulenta a la red eléctrica principal.
En el operativo se intervinieron, entre otros efectos para la producción de cannabis sativa, máquinas de aire acondicionado, ventiladores, extractores, lámparas, temporizadores, filtros y fertilizantes.
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