El tiempo acompañó a todos, pero la suerte sólo a unos pocos. Un total de 581 aspirantes participaron en el casting de la séptima edición de O.T. en el Kursaal, pero la competencia para ser un nuevo triunfito es feroz y el jurado, implacable, sólo dio la oportunidad a 16 afortunados, que estarán en la segunda fase.

Desde las 9:30 horas candidatos llegados de todo Euskadi y comunidades limítrofes como Cantabria, La Rioja o Navarra empezaron congregarse frente al palacio de congresos, en medio de una gran expectación mediática. Con éxitos del momento, temas clásicos y hasta coplas más o menos ensayadas, los aspirantes cruzaban los dedos para poder cantar más de 15 segundos ante el jurado y llevarse algo más que un ‘gracias' de recuerdo.

Al otro lado de las paredes del Kursaal, "mucha tensión" mientras los candidatos esperaban su turno. A la hora de la verdad "nervios" y después "decepción". "He cantado muy bien, pero me han dicho que no tengo ni tono ni nada. Te piden otra canción tan rápido que no te da tiempo ni para pensar cuál", comentaba Pilar, de Torrelavega.

El jurado, formado por Noemí Galera, Risto Mejide y Ángel Llàcer fue el destinatario de un buen número de reproches en una jornada que transcurrió con buen ambiente. "Noemí es una borde", "son unos maleducados, no te dan ni los buenos días", "a las guapas las ponían delante", eran algunas de las quejas generalizadas.

"En ningún momento creo que los hayamos tratado mal. Sólo que cuando fracasas en algo que te hace mucha ilusión, lo más fácil es culpar a los demás", se defendía Ángel Llàcer. A su lado, Noemí Galera, afirmaba que el nivel es "cada vez más alto", al tiempo que negaba que busquen perfiles en particular.

Todo lo contrario piensa Aritz. "Todo esto es una pantomima", señalaba. "Las cámaras vuelven a grabar a las personas seleccionadas en el momento de nervios, a la hora de cantar y cuando salen a la calle", añadía.

"Tendríamos que estar en la uni pero nos han dicho que había casting y nos hemos venido. El jurado se ha estirado, pensaba que iba a estar dos segundos, pero a me han dejado más", comentaba este joven bilbaíno que, con más jeta que talento, esperaba obtener sus segundos de gloria en la televisión.

Emoción entre los elegidos

Pero entre la decepción, también hubo espacio para la emoción. Después de una larga espera sin novedades, una joven rubia salió del recinto llorando a abrazar a sus padres. No duró mucho la escena porque las cámaras de la organización 'secuestraron' a la muchacha para grabar de nuevo todas las escenas.

Igual que ella, las otras 15 aspirantes que pasaron la primera fase -son tres en total- tienen un largo camino por recorrer. Tan largo como el del casting de O.T., que el sábado visita Murcia, y hasta el 15 de marzo seguirá desatando emociones en Sevilla, Palma de Mallorca, Valencia, Málaga, Las Palmas y Madrid.

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