Frente a ello, el líder de la formación morada, ha ofrecido un decálogo de medidas "valientes, honestas y audaces" que propicien un "cambio radical" en una Autonomía que lleva 30 años sumida en el "invierno más gélido por las políticas 'populares'".

Fernández, que ha comparecido para hacer balance del año parlamentario, ha insistido en que 2018 ha sido el de la "pérdida". "una vez más, hemos liderado la pérdida de población y si el año pasado cerramos con un balance negativo de 18.151 personas, en el primer semestre de éste ya van 7.735", ha apuntado en declaraciones recogidas por Europa Press.

También, ha ahondado que Castilla y León es la región que más empleo destruye después de "perder 2.274 autónomos", una situación que ha hecho extensible a las personas activas, con una disminución de más de 10.400. "Pero el dato más demoledor y que ha pasado desapercibido es que la cifra de negocios de la industria desciende un -5,4 por ciento, más de ocho puntos por debajo de la media nacional debido a la gravísima parálisis política que sufre la Comunidad", ha apuntado.

A todo esto, ha añadido, hay que sumar la "grave pérdida de calidad" en los servicios públicos que se ejemplifica en el área sanitaria con la "falta de profesionales", la "larga listas de espera" y la "deficitaria asistencia en el medio rural".

Fernández ha insistido en que todos estos condicionantes derivan de un "clarísimo fin de ciclo" del PP. "El problema es que Herrera lleva de retirada desde 2015 y encabeza un Gobierno zombie que está en estampida", ha aseverado.

Una estampida que, a su juicio, se debe a que están más pendientes del "dedazo" de Pablo Casado, "del juego de tronos" del presidente del Partido Popular, que de "gobernar". "El ejemplo más palmario es el de Pilar del Olmo que está más preocupada por hacer campaña a la Alcaldía de Valladolid que de estar pendiente de una Consejería tan potente como la de Economía y Hacienda", ha puntualizado.

Frente a este modelo "en descomposición" y en "barrena", Podemos abandera la "esperanza del cambio" para lograr un gobierno "progresista" que de respuesta a los problemas a través de políticas que "miren a los ojos a las personas".

DECÁLOGO

En este punto, Pablo Fernández ha esbozado la hoja de ruta que el partido implementará cuando llegue a la Junta. Un decálogo que encabeza una renta rural para combatir la despoblación, que necesitaría una financiación de 1.500 millones y de la que se beneficiarían a más de 44.600 personas residentes en los 1.916 municipios de menos de mil habitantes y mayores de 16 años que no percibe ninguna ayuda o no llega al Salario Mínimo Interprofesional.

"Tendríamos que buscar apoyo en Europa, pero Castilla y León merece políticas valientes y audaces para acabar con su mayor problema", ha reflexionado, para poner como ejemplo a Escocia donde con medidas similares se ha logrado frenar "en un 20 por ciento" el problema demográfico.

Además, ha continuado el líder de Podemos, habría beneficios y bonificaciones fiscales para los negocios que se establezcan en estos municipios. También ha propuesto una ley de segunda oportunidad para pymes y autónomos, al tiempo que abogan por un cambio en el modelo productivo basado en la I+D+i que genere empleo de calidad.

En el decálogo también se "blindan" los servicios y el gasto social, además de estructurar un plan de vivienda para lograr un parque público de alquiler que represente el "20 por ciento del mercado". También aboga por una estrategia para el retorno del talento, profundizar en las políticas de igualdad para erradicar la brecha salarial entre hombres y mujeres, impulsar al sector primario protegiendo a las explotaciones familiares y una estrategia de reindustrialización que solvente los desequilibrios entre provincias.

CAMBIO DRÁSTICO

Fernández se ha mostrado ambicioso al no contemplar otro escenario que el de su formación al frente de la Junta. "Somos la única y verdadera oposición", ha incidido para asegurar que mientras el PSOE busca cambios "apocados", su formación aboga por uno "radical". "No necesitamos un recambio", ha admitido para asegurar que el cambio de Gobierno en España "no se ha dejado notar en Castilla y León".