Según ha indicado la Comisaría en una nota, durante sus salidas del centro tutelado, los menores "aprovechaban su superioridad numérica" para requerir a otros jóvenes la entrega de su terminal. Ante la negativa de su propietario, este era amenazaban e intimidado, de manera que "incluso ejercían violencia física para que la entrega se realizase".

Una vez el botín en su poder, y conocedores los detenidos de que si lo intentaban introducir en el mercado ilegal podrían ser detenidos por la Policía Nacional, habrían obligado a las víctimas a ir a sus domicilios para que a cambio de una cantidad de dinero, que oscilaba entre los 20 y 50 euros, pudiesen recuperar el teléfono.

En uno de los casos, una de las víctimas fue obligado a cometer un hurto en el interior de dos establecimientos de alimentación, y ante su negativa, "fue golpeado y vejado, rociándole una botella de cerveza sobre su cabeza".

La inmediata puesta en conocimiento de los hechos ante la Policía Nacional y la rápida actuación, ha posibilitado la identificación y posterior detención de los tres menores de edad, que han pasado a disposición de la Fiscalía de Menores -sección de reforma- de Almería. Por su parte, los teléfonos móviles han sido recuperados y entregados a sus legítimos propietarios.