Metro de Madrid anotó en sus balances diarios 25.397 incumplimientos de las tablas de trenes entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de este año, ya fuera por fallos técnicos o por indisponibilidad de medios materiales y humanos.

Estas mermas en la operación prevista registradas por el puesto central del suburbano se tradujeron en 60.500 trenes menos en las vías. 181 al día, contabilizados de forma acumulada en función de las franjas horarias en las que la compañía divide la jornada para evaluar el estado de la red. Este tipo de sumatorios es al que acude Metro, por ejemplo, para cifrar su oferta en 192 millones de coches por kilómetro en 2017, pese a que la flota fuera entonces de 2.341. Hoy, se reparten en unos 400 convoyes y algunos de ellos están inmovilizados para la retirada de amianto.

Por itinerarios, las líneas 5 (14,1%) y 9 (13,5%) concentraron la mayor parte de las incidencias anotadas en los partes. En esta segunda, la Comunidad realizó trabajos de mejora por tramos durante todo el verano. Les siguen la 10 (12,3%), la 6 (10,6%) y la 4 (10,5%).

Los datos, a los que ha tenido acceso en exclusiva 20minutos, contrastan con el aumento de la demanda, que este año rondará su máximo histórico de 687 millones de usuarios, como informó la pasada semana el vicepresidente regional Pedro Rollán. Además, llegan en plena oleada de críticas por la gestión de la empresa, competencia del Ejecutivo madrileño gobernado por el PP y cuestionada en la Asamblea en la comisión de investigación creada tras el estallido de la mencionada crisis del amianto. Sin ir más lejos, el Sindicato del Colectivo de Maquinistas de Metro (SCMM) comienza desde hoy una nueva semana de paros, entre las 17 y las 22:30, que afectará a las líneas 1, 2, 3 y 5 hasta el viernes.

Fuentes de la compañía replican que el "cumplimiento" de las tablas es "generalizado" salvo "incidencias puntuales", aunque no ofrecen el número total de circulaciones ejecutadas, como reclaman los sindicatos. "Según nuestras estadísticas, en la hora punta solo hay un máximo de 270 trenes circulando; durante la mañana, es hasta un 30% menos", indica el portavoz de CC OO, Juan Carlos de la Cruz.

Entre las razones que el propio suburbano asocia a cada caída del servicio, destacan las 50.431 pérdidas por "falta de personal": un 83% cinco años después de pactar un ERE y tres de enmendarlo con la contratación en 2015 de 360 maquinistas. El presidente Ángel Garrido anunció la semana pasada que aceleraría los trámites para sumar otros 100 conductores a los 1.762 actuales "entre mayo y junio" próximos. Aquel día, la Comunidad reconocía la "necesidad" de incorporarles para "garantizar la adecuada prestación del servicio" y "posibilitar el cumplimiento de la tabla de trenes" acorde al "incremento de la demanda que se viene registrando en los últimos meses". CC OO alerta de que, en cinco años, se habrá jubilado un número equivalente a ese centenar. Para el SCMM, no son bastantes siquiera para reducir las "aglomeraciones" que, denuncian, soportan ya los ciudadanos.

El diputado de Podemos Alberto Oliver ve la situación actual "crítica". "Solo en noviembre se ha perdido cerca del 14% de todos los trenes planificados y, de momento, el Gobierno niega cualquier problema", reprocha. Oliver reclamó el viernes en la comisión de la Asamblea el cese de Borja Carabante, responsable de Metro. PSOE y Cs también han afeado en diversas ocasiones la pérdida de servicio que reflejan las estadísticas. Una caída creciente y singularmente concentrada a partir del verano, según los datos de las 12 líneas. De media, cada mes se han incumplido 5.500 trayectos; en noviembre, casi 10.000.

A la abultada falta de personal se suma otro 11% de casos en los que los empleados no pudieron sacar el tren a la hora fijada (por diversas razones como retrasos, descansos o enfermedad). Así, los problemas con el material solo representaron una de cada 40 pérdidas, una proporción similar a las averías en la línea y el resto de condicionantes que impidieron una circulación normal. La Comunidad anunció en octubre la adquisición de 60 trenes por 700 millones. Sin embargo, la mitad se destinará a sustituir las unidades más vetustas y ninguno estará circulando hasta bien entrada la próxima Legislatura.