Un agente del cuerpo de Policía Nacional se enfrenta a una posible condena de tres años de prisión por grabar a escondidas a sus compañeras en el vestuario de una comisaría de Madrid.

El juicio tendrá lugar el próximo martes, según ha decidido la Audiencia Provincial, y Pedro C.G. tendrá que hacer frente a la acusación de delito contra la intimidad que pesa sobre él, asociado a la petición de tres años de cárcel por parte de la Fiscalía.

Supuestamente, el agente colocó una cámara de vídeo y una memoria USB en el vestuario de la comisaría en la que estaba destinado en 2015, año en que tuvieron lugar los hechos. Esta cámara llevaba incorporado un sensor de movimiento que permitía que el dispositivo comenzase a grabar por sí solo cuando las mujeres entraban al vestuario. Para evitar ser descubierto, trató de ocultar el aparato entre unas bolsas, encima de una de las taquillas del vestuario.

Este caso es el tercero de una serie de casos similares cuyos juicios se han celebrado este año, que involucran a agentes de los cuerpos de seguridad acusados o condenados por grabar a sus compañeras de manera clandestina. Por ejemplo, el pasado julio era condenado a cuatro años de cárcel el exjefe de Tráfico de la Policía de Zaragoza, que colocaba dispositivos de grabación en su despacho de manera estratégica para grabar por debajo de la falda a sus compañeras, llegando a recopilar más de 5.000 fotografías y 200 vídeos que titulaba con el nombre de la persona afectada.

En septiembre, un miembro de los Mossos d'Esquadra se enfrentaba a un proceso similar por presuntamente haber grabado a 17 compañeras mientras se cambiaban en los vestuarios de la comisaría de Badalona en la que estaba destinado el agente.