El jefe del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, José Luis Rodríguez Zapatero, arremetió hoy contra el PP asegurando que su patriotismo es "únicamente el poder", y por no haber "arrimado el hombro" en la lucha contra ETA al haber "antepuesto su ciega ambición de poder a la lealtad".

Zapatero intervino en un acto de precampaña en el Polideportivo San José de Guadalajara, ante unos 4.000 simpatizantes, junto al presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José María Barreda, el cabeza de lista al Congreso por Guadalajara, Jesús Alique, y la diputada María José Naranjo.

Falso patriotismo

El jefe del Ejecutivo aseguró que quien siente de verdad el patriotismo es quien es capaz de respetar a todos "aunque no piensen como él", y subrayó que el patriotismo de la derecha en España es "únicamente el poder".

Tras afirmar que el sentimiento que guía a la derecha es "la revancha por una derrota electoral que hace cuatro años no aceptaron", le acusó de haber estado "en la crítica, el insulto y la descalificación", y le advirtió que los españoles "no premian ni la mentira ni el insulto".

Zapatero recordó los cuatro años de "crispación" que, a su juicio, ha protagonizado el PP, y se preguntó cómo puede presentarse Rajoy como un "hombre de la concordia".

"¿Cree que los españoles han perdido la memoria de un día para otro, o que no le han visto en la tribuna del Congreso insultando, y en la calle arengando a la gente en la lucha contra el terrorismo?", se preguntó, para, a renglón seguido, afirmar: "además de crispadores, fariseos".

Zapatero recordó que en sus años de líder de la oposición "apoyé cada día al Gobierno de Aznar y Rajoy en la lucha contra el terrorismo, en el largo camino de la democracia por acabar con la violencia, todos los días sin condiciones, con un cheque en blanco".

Ambicio ciega

"Por eso me siento con toda la autoridad y legitimidad para decir que la actitud del PP estos cuatro años con mi gobierno en la lucha contra el terrorismo ha sido profundamente inmoral", agregó, antes de añadir que los dirigentes populares "han antepuesto su ciega ambición de poder a los intereses generales, a los principios y a la lealtad".

Así, consideró que desde la Transición "nunca la derecha ha estado tan radicalizada, se ha mostrado tan extrema y sectaria", y que "nunca ha habido una oposición tan desleal en la lucha contra el terrorismo, que es la gran prioridad de todos los españoles: ver el final de la violencia".

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